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En su colaboración para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Pedro Tello, consultor en economía, habló de la aversión al riesgo en los mercados financieros. El peso y la Bolsa siguen perdiendo terreno.
En una semana marcada por la volatilidad global y el nerviosismo de los mercados, el peso mexicano y la Bolsa Mexicana de Valores experimentaron caídas significativas, reflejando una creciente aversión al riesgo entre inversionistas nacionales e internacionales.
El peso registró su tercera jornada consecutiva a la baja, superando nuevamente los 19 pesos por dólar y alcanzando su nivel más bajo en siete días. Esta tendencia negativa contrasta con los recientes momentos de fortaleza del peso, cuando incluso se hablaba del regreso del llamado “superpeso”.
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"Ayer, el peso cayó por tercera jornada consecutiva para registrar su nivel más bajo en los últimos 7 días, sumando, al mismo tiempo, tres jornadas por encima de los 19 pesos por dólar", afirmó Tello.
La caída del peso forma parte de un fenómeno más amplio que afecta a las monedas de economías emergentes, particularmente vulnerables ante decisiones externas, como las políticas económicas y monetarias de Estados Unidos. Este entorno ha generado incertidumbre sobre el futuro de las inversiones financieras en México.
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"Este peso, que ha caído por tres ocasiones consecutivas, lo que hace es reflejar la aversión al riego que prevalece en los mercados cambiarios, particularmente de aquellas monedas emergentes como la nuestra, que se tratan de economías que, por su nivel elevado de exposición a lo que ocurra con decisiones que se toman en Estados Unidos, colocan evidentemente a los inversionistas financieros frente a la interrogante de mantener o incrementar sus inversiones en monedas como la nuestra", señaló el experto.
Geopolítica y economía estadounidense agravan el escenario
La situación también se ha reflejado en el mercado bursátil. La Bolsa Mexicana de Valores reportó una pérdida superior al 1%, la mayor en los últimos 20 días, y se ubicó en su nivel más bajo desde principios de mayo.
Los factores que explican esta tendencia incluyen las tensiones en Medio Oriente, la persistencia del conflicto en Ucrania y Rusia, y la posibilidad de un ataque militar estadounidense en la región. A esto se suma el pesimismo mostrado por la Reserva Federal respecto al desempeño económico de Estados Unidos.
"¿Qué ha provocado esta combinación de peso a la baja y Bolsa Mexicana de Valores en su principal indicador, también con descensos? Bueno, pues lo has comentado tú ya, Luis, la combinación de tensiones geopolíticas en Medio Oriente, la preservación del conflicto en Europa Oriental —concretamente Ucrania y Rusia— y el anuncio de un posible ataque de Estados Unidos contra Irán en las próximas dos semanas", aseguró Tello Villagrán.
Además, los datos recientes sobre empleo, inversión y crecimiento económico en México han sido poco alentadores, lo que ha contribuido al deterioro del ánimo en los mercados financieros locales.
"Cerramos la semana y estamos próximos a cerrar el mes, diría yo, con comportamientos en la bolsa y en el mercado cambiario que no pintan muy bien, como tampoco pintan bien los datos de empleo, inversión y de crecimiento de la economía mexicana", indicó Pedro Tello.
Inversión extranjera: entre el discurso oficial y la realidad
En medio de este contexto, también se ha puesto en duda el discurso oficial sobre la captación de inversión extranjera. Aunque el gobierno federal presume cifras positivas, diversos analistas, entre ellos Pedro Tello, advierten que gran parte de esa inversión responde más al mantenimiento de operaciones ya existentes que a nuevas inversiones.
Tello señaló que, pese a contar con una ubicación geográfica privilegiada y un tratado comercial con Estados Unidos, México no ha logrado atraer el nivel de inversión extranjera directa que su potencial permitiría. En comparación con otras economías emergentes como Brasil, el país sigue rezagado en este aspecto.
"No tenemos la inversión extranjera que podríamos tener, sobre todo si nos comparamos con países como Brasil que, a pesar de la lejanía con EU, tiene niveles de inversión extranjera mucho más fuertes", concluyó.
Así, los contrastes entre la narrativa gubernamental y la realidad del mercado financiero evidencian la necesidad de atender tanto los factores externos como internos que frenan la confianza de los inversionistas.