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Mientras las tensiones bélicas entre Irán e Israel escalan, las consecuencias económicas ya se sienten a nivel global. En apenas dos días, el precio del petróleo ha subido un 14%, alertando a los mercados, a los bancos centrales y a todos los actores involucrados en el comercio internacional. La razón: la amenaza directa a dos de las rutas más sensibles para el transporte marítimo de energía en el mundo.
Durante su colaboración en MVS Noticias, el analista económico Eduardo Torreblanca explicó cómo este nuevo frente de conflicto podría desencadenar una crisis energética global que, de agravarse, impactaría severamente la inflación mundial.
El nuevo frente bélico que amenaza con disparar la inflación mundial
“La economía en pleno no funciona si no tiene energía y parte importante de esa energía se obtiene del petróleo”, explicó Torreblanca, quien subrayó que más del 90% del petróleo se transporta por mar, siendo esta una de las piezas más delicadas del sistema económico internacional.
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De acuerdo con el analista, dos rutas marítimas en especial están bajo riesgo: el Estrecho de Hormuz, por donde transitan unos 21 millones de barriles diarios, y el Canal de Suez, que junto con el Estrecho de Málaga, ve pasar más de 80 mil barcos al año, muchos de ellos transportando combustibles y derivados. Si alguna de estas rutas fuera bloqueada o interrumpida, el impacto sería mayúsculo.
“Este conflicto armado pone en riesgo el suministro y es muy importante lo que vamos a vivir en las siguientes horas”, advirtió Torreblanca. “Si esto sigue escalando, existe la posibilidad de que se interrumpa alguno de esos pasos fundamentales y entonces no vamos a ver un 14%, vamos a ver cómo se multiplica el precio”.
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Inflación e inestabilidad en puerta
El encarecimiento del petróleo no solo afecta los costos de transporte o energía directa, sino que impacta toda la cadena de valor, desde la producción hasta los bienes de consumo. Torreblanca advirtió que los bancos centrales ya están monitoreando de cerca el conflicto, temiendo una ola inflacionaria global como consecuencia de un corte de suministro.
Además, la coyuntura económica se complica con factores políticos, especialmente en Estados Unidos. “Imagínate qué combinación: una persona disruptiva que está poniendo aranceles a diestra y siniestra, moviendo las fichas en el tablero... más este conflicto bélico, que sin duda representará un problema muy serio para la economía mundial”.
El antecedente de 2008