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En entrevista para MVS Noticias con Manuel López San Martín, Arturo Damm, columnista de La Razón, compartió su perspectiva sobre las recientes imposiciones de aranceles por parte de Donald Trump a las principales economías del mundo.
“La imposición de tantos aranceles en porcentajes tan elevados va a tener como consecuencia una contracción del comercio internacional. Cualquier medida que impida o contraiga el comercio acaba afectando el crecimiento económico, la producción de bienes y servicios, la creación de empleos, la generación de ingresos y, por lo tanto, el bienestar de las personas”, declaró y reiteró que este impacto no solo afectará a México, sino a todos los países involucrados, creando un entorno de incertidumbre económica a nivel global.
¿Cuáles serán los efectos de la política arancelaria de Trump?
Según Damm, la política arancelaria de Trump puede desencadenar una desaceleración significativa del comercio internacional, lo que afectaría la estabilidad económica mundial.
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“Yo siempre he calificado los aranceles como una verdadera salvajada. Este tipo de medidas contra el comercio internacional podrían llevarnos a una nueva depresión a nivel mundial”, advirtió el columnista.
El analista también destacó que el impacto no solo será económico, sino que también podría tener repercusiones en otras áreas, como la geopolítica, y es que la actual estrategia de Trump busca proteger la industria estadounidense y reducir lo que él percibe como una explotación de su economía por parte de otros países; sin embargo, ésta estrategia podría traer consigo efectos adversos tanto para EU y el resto del mundo.
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El costo de los aranceles para los consumidores estadounidenses
Un aspecto clave de los aranceles de Trump es que, aunque la medida está dirigida a otros países, el costo final será asumido por el consumidor estadounidense. Arturo Damm explicó que, de acuerdo con un análisis de un economista estadounidense, la imposición de estos aranceles podría representar un gasto adicional de aproximadamente 5 mil dólares al año para el consumidor promedio de Estados Unidos.
“Los aranceles no los pagan los exportadores hacia Estados Unidos. Lo paga el importador estadounidense, y en última instancia, el consumidor estadounidense, quien podría terminar pagando más por productos importados”, detalló.
Esto genera una presión inflacionaria dentro de la economía de Estados Unidos. Si los consumidores están dispuestos a pagar precios más altos, asumirán el costo de los aranceles. Si no lo están, podrían optar por dejar de consumir ciertos productos, lo que afectaría la demanda de bienes importados y, en consecuencia, la economía.
Para terminar, Arturo Damm mencionó que a pesar de la confianza de Trump en que estas medidas serán beneficiosas para la economía estadounidense, esta estrategia podría tener efectos contraproducentes a corto plazo. “Este es un tiro en el pie que se está dando el mismo Donald Trump. Él asegura que le va a salir bien, pero en el corto plazo no lo parece. Este enredo podría complicarse antes de mejorar”, concluyó.
