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La iniciativa de ley en materia de comunicaciones y radiodifusión propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum ha encendido las alarmas. No solo entre opositores políticos, sino también entre especialistas como el analista Alberto Begné Guerra, quien advierte que esta reforma representa un regreso autoritario disfrazado de modernización legal.
En entrevista con Adrián Jiménez para MVS Noticias en ausencia de Manuel López San Martín, Begné no se guardó nada: señaló que esta iniciativa no solo es regresiva, sino que busca concentrar el control de plataformas digitales, medios y concesiones en una sola oficina gubernamental dependiente de la Presidencia. Es decir, se elimina la figura del organismo autónomo que actualmente regula el espectro comunicativo.
“Se trata de una iniciativa regresiva al control total y discrecional del Estado sobre plataformas digitales y medios de comunicación”, alertó Begné.
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El artículo 109 y la amenaza de censura digital
Uno de los puntos más polémicos es el artículo 109, que permitiría a la nueva agencia bloquear plataformas digitales. Pero según Begné, la preocupación no se limita a ese artículo: existen múltiples disposiciones en la iniciativa que otorgan facultades discrecionales sin posibilidad de apelación, tanto en radio y televisión como en medios digitales.
“Representan una gravísima regresión autoritaria, a los modelos de ese priismo de los sesentas y setentas”, afirmó.
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Además, el especialista señaló que esta centralización atenta contra el T-MEC, el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, que exige la existencia de organismos autónomos en telecomunicaciones para garantizar la libre competencia.
“Esto contraviene el artículo 18 del T-MEC y nos va a causar problemas en la relación trilateral, sobre todo con Estados Unidos”, advirtió.
Conversatorios: ¿diálogo real o simulación?
Aunque el Senado ha anunciado foros y conversatorios para discutir la ley, Begné se muestra escéptico. Recordó casos recientes, como la reforma exprés al Infonavit, en la que “se escucharon voces”, pero no se cambió nada esencial de la propuesta original.
Begné cierra su intervención con una reflexión seria: esta iniciativa no solo afecta a los medios o a las plataformas tecnológicas, sino que impacta directamente en las libertades individuales, la certeza jurídica para inversionistas, y el trabajo de periodistas.