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En entrevista para MVS Noticias, con Pamela Cerdeira, Melissa Vértiz, secretaria técnica del Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria, habló de las violaciones a los derechos de personas en contextos de movilidad.
México sigue enfrentando serias críticas por su trato hacia las personas migrantes. Pese a ser un país de origen, tránsito y destino migratorio, "somos terribles tratando a las personas migrantes", afirmó Melisa Vértiz.
Recientemente, el Comité de Trabajadores Migratorios de la ONU emitió observaciones finales sobre el informe presentado por el Gobierno mexicano, reconociendo algunos esfuerzos, pero señalando preocupaciones graves. “La detención migratoria, aunque el Gobierno utiliza eufemismos, es una privación de la libertad que se lleva a cabo de manera permanente, no como excepción”, explicó Vértiz.
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Además de las detenciones sistemáticas, el Comité alertó sobre los obstáculos en los procesos de regularización, los cuales, lejos de ofrecer alternativas seguras y legales, “empujan a las personas a recurrir a traficantes o viajar en condiciones de extrema inseguridad”, destacó Vértiz.
Una de las áreas más sensibles es la situación de niñas, niños y adolescentes migrantes. Aunque México cuenta con un marco jurídico avanzado, como la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en la práctica “no se ha implementado adecuadamente”, advirtió Vértiz. A pesar de que en 2020 se prohibió la detención de menores, los recursos para fortalecer los sistemas de protección han sido insuficientes.
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Desmilitarizar la migración
Vértiz también denunció la existencia de centros de canalización, espacios anexos a las estaciones migratorias, donde los menores permanecen bajo control del Instituto Nacional de Migración, “bajo las mismas reglas que las estaciones migratorias, lo cual es gravísimo”. Idealmente, "las niñas, niños y adolescentes deberían ser canalizados inmediatamente a centros de atención social, sin pasar por estos centros", subrayó.
Otro problema crítico es la falta de seguimiento en los planes de restitución de derechos. Muchas veces, estos se elaboran mediante “plantillas genéricas”, sin una valoración personalizada del interés superior del menor. Peor aún, al ser retornados a sus países de origen o trasladados a otros destinos, "no hay mecanismos que garanticen que esos derechos sean restituidos efectivamente", advirtió.
La militarización de la política migratoria es otro punto de fuerte crítica. “México debe tener un plan para desmilitarizar la migración”, enfatizó Vértiz, recordando que esta recomendación también surgió durante el Examen Periódico Universal de Derechos Humanos.
La situación de las personas en movilidad en México refleja una grave desconexión entre las leyes progresistas y su aplicación efectiva. Como concluye Vértiz, “lamentablemente, no es un tema nuevo y no deja de sorprendernos”.