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Durante una entrevista en MVS Noticias, la abogada y presidenta de Observatel, Irene Levy, lanzó una advertencia contundente sobre la nueva propuesta de ley en materia de telecomunicaciones y radiodifusión: “Sí raya en censura”, afirmó tajante con Juan Manuel Jiménez, en ausencia de Manuel López San Martín.
La iniciativa, presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum, sin una consulta pública ni parlamento abierto, ha desatado preocupación entre especialistas por su posible impacto en la libertad de expresión y el acceso a la información.
¿Qué es la Ley de Telecomunicaciones y cómo surge?
La ley surge como respuesta a la desaparición de organismos autónomos como el IFT y la COFECE en diciembre pasado.
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“Se creó un régimen transitorio en el que obligaban a emitir nuevas leyes en estas materias, nos falta todavía conocer la de competencia económica, y dentro de eso se elaboró esta ley”; señaló Irene.
No obstante, para Levy, trasladar sus facultades al Poder Ejecutivo no solo es desproporcionado, sino riesgoso:
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“Ese mismo traje se lo están poniendo al Poder Ejecutivo, cuando era un traje hecho a la medida para un órgano autónomo (…) Esto sí me parece que raya en una tentación autoritaria”.
La propaganda antinmigrante de Trump
A esto se suma la polémica actual por la programada antiinmigrante que se ha estado transmitiendo en medios masivos como la televisión y plataformas como YouTube.
“Aprovechando el paso de esta ley, pues le agregaron un par de articulitos para prohibir efectivamente la incidencia de gobiernos extranjeros”.
Contenidos bajo vigilancia: la Gobernación decide qué se transmite
Uno de los puntos más polémicos es el artículo 201, que establece que todo contenido extranjero —ya sea de gobiernos, empresas o individuos— deberá tener autorización previa de la Secretaría de Gobernación. Levy lo considera un retroceso inaceptable:
“Imagínate un contenido de la FIFA o de la Champions League... todo eso debe estar sometido a autorización previa”.
Sin presupuesto ni personal calificado
La ley contempla la creación de una Agencia de Transformación Digital que fungiría como reguladora, pero sin recursos claros ni personal capacitado. Según Levy, el panorama es poco alentador:
“Primero necesita presupuesto, que no tiene; segundo, recursos humanos calificados, que tampoco tiene”.
Levy también denunció que el Estado compite directamente en telecomunicaciones bajo condiciones ventajosas: “el control o la concentración de facultades o de poder que tenían los medios de comunicación, me refiero a los grandototes, parecería que están pasando a manos del gobierno”.