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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Pavel Servín, vocero del Movimiento de Trabajadores de Mejoredu, abordó el tema de por qué ante su extinción, personal de Mejoredu exige respuestas sobre su futuro laboral.
El futuro de más de 500 trabajadores de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación pende de un hilo.
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Desde hace un mes, integrantes del Movimiento de Trabajadores de Mejoredu han iniciado movilizaciones para exigir certeza sobre su situación laboral, luego de que se planteara la extinción del organismo como parte del decreto de simplificación orgánica del Gobierno Federal.
¿Cuál es la incertidumbre de los trabajadores?
Pavel Servín, vocero del Movimiento, explicó que la incertidumbre ha sido la constante para al menos 530 personas que podrían quedarse sin empleo. "Somos más de 500 trabajadores, aproximadamente 530, los que nos estaríamos quedando sin trabajo ante esta falta de definición de qué es lo que va a pasar con nosotros", señaló en entrevista.
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De acuerdo con Servín, las autoridades tenían hasta el 20 de marzo para definir mediante un decreto o leyes secundarias el futuro de Mejoredu. Sin embargo, hasta la fecha no ha habido un posicionamiento oficial, lo que ha encendido las alertas entre los trabajadores.
“Nosotros decidimos movilizarnos justamente para exigir esta situación de certeza en el tema laboral, de indemnización o bien de reubicación. A la fecha no ha habido ni una sola definición”, reclamó.
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El vocero también informó que una reunión agendada para este martes tuvo que ser pospuesta tras recibir información no confirmada de que el secretario de Educación Pública se encontraría en reunión con el titular de Hacienda para tratar este tema.
“Mira, no justamente el día de hoy teníamos ya pactada una reunión que tuvo que ser pospuesta porque recibimos información de que el secretario de Educación se estaba reuniendo con el secretario de Hacienda para ver nuestros temas de trabajo… qué lógica, en qué contextos, no sabemos”, relató.
¿Qué exige el movimiento?
Desde el 8 de abril, fecha de la última reunión formal con representantes del Gobierno, no han recibido avances concretos. Aunque reconocen que existe “una cierta voluntad” para llegar a un acuerdo político, que incluya compensación económica o reubicación, la falta de documentos firmados mantiene viva la preocupación.
“También una parte de nuestro pliego petitorio es que nos reciban en otras instituciones. Y eso no se está haciendo o no se está prometiendo”, añadió.
Los trabajadores aseguran que mantendrán las acciones de protesta y seguirán en contacto con los intermediarios del Gobierno mientras esperan una respuesta formal. Su exigencia es clara: definiciones concretas sobre su futuro laboral, antes de que un decreto de extinción los deje fuera del sistema sin opciones.