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En entrevista para MVS Noticias con Pamela Cerdeira, Monseñor Héctor Mario Pérez, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, habló de lo que sigue en El Vaticano y la Iglesia Católica tras el fallecimiento del Papa Francisco.
La Iglesia Católica enfrenta uno de los momentos más solemnes y decisivos en su historia reciente tras la muerte del Papa Francisco. Con el fallecimiento del primer pontífice latinoamericano, no solo se cierra un capítulo de cercanía pastoral y reforma eclesial, sino que se inicia el riguroso y milenario protocolo de transición papal.
El Secretario General de la Conferencia del Episcopado, Héctor Mario Pérez, explicó en entrevista que “estamos viviendo con tristeza la partida de un ser querido”, pero también con “gratitud, porque siempre cuando una vida termina entre nosotros hay que agradecer, y especialmente en el Papa Francisco agradecer su vida, su vida entregada generosamente y hasta el último momento”.
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El protocolo tras la muerte de un Papa
El primer paso tras la muerte del pontífice es el funeral. “Primero hay que enterrarlo, primero hay que vivir los funerales en paz, agradecidos”, señala Pérez. El cuerpo del Papa Francisco fue trasladado a la capilla de Santa Marta, donde reposará antes de ser expuesto públicamente. Durante los primeros días se llevarán a cabo momentos de oración privados con los cardenales y miembros cercanos al Vaticano.
El funeral público será una ceremonia abierta en la que los fieles podrán despedirse y rendir homenaje. Según los protocolos observados en los últimos cuatro pontificados, este proceso suele extenderse entre cinco y seis días. Como parte de la tradición, “la recámara donde él vivía fue sellada”, afirma Pérez, explicando que los documentos personales del Papa “se van a archivar, se van al Archivo Vaticano, y ya no se vuelven a leer, sino hasta que pasen muchos años”.
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El cuerpo y su preservación
Durante los días previos al funeral, el cuerpo es tratado cuidadosamente. “Lo tienen que tratar para que permanezca seis días sin descomponerse”, explica Pérez, aunque se desconoce el tratamiento exacto utilizado. Este procedimiento garantiza que los fieles puedan ver el cuerpo durante las exequias sin que sufra deterioro visible.
Francisco, conocido por su humildad y cercanía al pueblo, había dejado instrucciones precisas sobre sus exequias. “El Papa trató de hacer un funeral más sencillo y más cercano a la gente”, subraya el Secretario General del Episcopado. El ritual actualizado, publicado en abril de 2024, fue parte de su visión de una Iglesia más austera y humana.
El proceso de elección del nuevo Papa
Tras el funeral, comienza un periodo de 15 días para que los cardenales electores viajen a Roma. En total, 138 cardenales están habilitados para votar y ser elegidos. Luego, se inicia el cónclave, un proceso confidencial que incluye días de diálogo, oración y votación. “Los cardenales van a compartir su visión de la iglesia y escucharse unos a los otros”, explica Pérez. Solo cuando un candidato obtenga al menos dos terceras partes de los votos será proclamado como el nuevo Papa.
El legado de Francisco
Más allá del protocolo, la figura del Papa Francisco deja una huella imborrable. “Nos deja un legado que tenemos que hacer vida, un legado de cercanía a la gente, de aprendernos a mirarnos a los otros como lo que somos todos, hijos amados del Padre”, afirma Pérez. Su visión pastoral y sus reformas marcaron un antes y un después en la historia moderna de la Iglesia Católica.
En este periodo de duelo, la Iglesia mira hacia el futuro con esperanza. “La vida continúa, la iglesia continúa y sin duda… si hacemos vida este legado, creo que tendremos una mejor iglesia y un mejor mundo”, concluye Pérez.