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La muerte de Mario Vargas Llosa a los 89 años, marca el adiós a una figura que no solo revolucionó la literatura hispanoamericana, sino que también desafió abiertamente a los regímenes autoritarios en América Latina, incluido el mexicano. Así lo recordó el analista Ezra Shabot en entrevista con Manuel López San Martín para MVS Noticias, donde también recordó cómo es que se origina el término de la dictadura perfecta.
“Es el hombre que, simple y sencillamente, se dedicó a cuestionar, tanto en la discusión política como en los propios textos, los modelos dictatoriales, los modelos estatistas, todos y cada uno de ellos referidos, digamos, directamente a la necesidad de construcción de una democracia”; señaló Ezra Shabot.
Vargas Llosa no fue un intelectual pasivo. Se involucró en la política peruana, sufrió el exilio y libró batallas ideológicas que incomodaron a sectores poderosos. Su coherencia —señala Shabot— fue lo que le dio autoridad moral:
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“Fue el hombre congruente, el hombre capaz de asumir el costo incluso de esta lucha por la libertad. Así se defienden las libertades, ejerciéndolas, aunque incomoden a algunos.”
La frase que marcó a México: “la dictadura perfecta”
Durante una histórica conversación televisiva junto a Octavio Paz, Enrique Krauze y otros intelectuales, Vargas Llosa lanzó una definición que se convirtió en leyenda: México era “la dictadura perfecta”. No por el uso de la fuerza bruta, sino por su capacidad de simular una democracia funcional.
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Vargas Llosa decía que “la dictadura perfecta no es el comunismo, no es la Unión Soviética, no es Fidel Castro, es México, porque es la dictadura camuflada […] una dictadura muy sui géneris, muy especial, muy diferente.”
Remembrando eso, el analista político señaló que “esta idea de la famosa dictadura perfecta, que le llamaba al gobierno priista, tenía que ver con respecto a la realización de elecciones, esta presencia de partidos opositores, entre comillas, pero un sistema que finalmente tenía cierta racionalidad, pero un sistema que finalmente tenía cierta racionalidad”.
Críticas a López Obrador y la democracia en retroceso
Vargas Llosa no solo habló del pasado mexicano, también criticó con dureza al presente. En años recientes, calificó a Andrés Manuel López Obrador como un “populista demagogo”, una etiqueta que —según Shabot— reactivó la polémica en torno a los riesgos para la democracia en México.
“La descalificación a López Obrador y a todo el modelo de gobierno estuvo abiertamente presente en las declaraciones de Vargas Llosa […] hablaba de la cancelación de la incipiente democracia mexicana.”
