ENTREVISTAS LUIS CÁRDENAS

Pemex: ¿Símbolo nacional o empresa sin futuro? Análisis de Ezra Shabot

El periodista advirtió sobre los riesgos financieros que la situación de Petróleos Mexicanos representa para el país.

La situación de Pemex no pinta para mejorar.
La situación de Pemex no pinta para mejorar.Créditos: Cuartoscuro / Freepik
Escrito en ENTREVISTAS el

Audio relacionado

Su navegador no soporta la reproducción de audio por HTML 5
Colaboración de Ezra Shabot

La situación de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha sido un tema de debate constante en México. La empresa estatal, que alguna vez fue el motor económico del país, enfrenta graves problemas financieros y estructurales.

En su colaboración para MVS Noticias con Luis Cárdenas, el periodista Ezra Shabot abordó la crítica situación de la petrolera, cuestionando si se trata de un verdadero símbolo nacional o de una empresa destinada a la quiebra.

Un problema heredado de sexenio en sexenio

Según Shabot, el problema de Pemex no es nuevo, sino una carga que se ha ido traspasando de un gobierno a otro sin soluciones definitivas.

"Es una petrolera quebrada", afirmó el periodista, señalando que desde hace décadas la empresa ha sido utilizada como "la caja chica, grande o mediana" de los gobiernos priistas.

La reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto buscó permitir la participación de empresas privadas en la producción petrolera, lo que según Shabot permitió que hoy día "todavía estés en 1.6 millones de barriles diarios".

El reto de la viabilidad financiera

A pesar de los intentos por sanear la empresa, Pemex sigue siendo una compañía altamente endeudada, con bonos considerados "basura" por calificadoras internacionales.

“Le metieron dinero, millones y millones", afirmó Shabot, pero inversiones como la refinería de Dos Bocas han generado déficits gigantescos sin garantizar rentabilidad.

"Hoy trabaja, dicen, al 12 por ciento", mencionó en referencia a la refinería.

Otro problema es la carga laboral de la empresa.

"Con una cantidad enorme de trabajadores que no son necesarios en una petrolera, Pemex se ha convertido en una estructura ineficiente", indicó.

Añadió que la compañía mantiene un sistema propio de hospitales, pensiones y beneficios que la hacen financieramente insostenible.

¿Cerrar Pemex o reformarlo?

Shabot planteó la posibilidad de reducir el tamaño de Pemex para hacerla viable en el mercado actual.

"Convertir a Pemex en una empresa chiquita, pero que tuviese capacidad para seguir funcionando", podría ser una solución, sugirió.

No obstante, criticó los intentos del actual gobierno de "recuperar Pemex" bajo un discurso nacionalista, argumentando que la realidad económica no respalda esta estrategia.

Finalmente, el periodista advirtió sobre los riesgos financieros que la situación de Pemex representa para México.

"Lo único que está haciendo es abonar a la falta de credibilidad en la posibilidad de que la economía mexicana pueda sostenerse sin un problema serio de pagos", dijo.

Con un déficit gubernamental creciente, el reto será definir si Pemex puede transformarse en una empresa realmente productiva o si seguirá siendo un lastre para las finanzas del país.

El futuro de Pemex sigue en la incertidumbre, y la pregunta sigue en el aire: ¿es un verdadero símbolo nacional o simplemente una empresa sin posibilidades de subsistir?