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La violencia que golpeó a Coahuayana, Michoacán, con la explosión de un coche bomba frente a la comandancia de la Policía Comunitaria sigue desnudando omisiones y peligros que se acumulan desde hace años en esta región limítrofe con Colima. Videos obtenidos por El Universal y analizados por el periodista Carlos Arrieta, autor de la crónica publicada en primera plana, muestran el minucioso recorrido de los responsables del atentado y, al mismo tiempo, abrirían nuevas dudas sobre la respuesta de las autoridades federales.
En entrevista con MVS Noticias, Arrieta detalla la ruta, los fallos mecánicos, los movimientos previos al ataque y las inconsistencias en la actuación gubernamental, al tiempo que subraya el papel histórico —y hoy criminalizado— de la Policía Comunitaria en la contención del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en esta zona.
Coche bomba en Coahuayana: así se ejecutó el ataque según los videos
Arrieta explicó que desde el momento del ataque viajó a Coahuayana para reconstruir lo ocurrido. Relató que los videos obtenidos permiten observar el inicio del operativo criminal desde las 7 de la mañana, cuando las cámaras detectan un Kia blanco y una camioneta Dakota negra, esta última cargada con plátanos para camuflar los explosivos:
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“Inicia a las 7 de la mañana, que es donde captan las cámaras de vigilancia de la Policía Comunitaria justamente a estos dos vehículos. Primero un Kia blanco y la camioneta Dakota color negra, que es la que explota y que llevaba cargas de plátanos, porque esta es una zona platanera.”
La Dakota se descompuso varias veces y tuvo que ser empujada por sus acompañantes. Incluso recibieron apoyo de una tercera camioneta, una Frontier roja. Ese tortuoso desplazamiento duró horas:
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“Recorren más o menos tres kilómetros en dos horas y media. Es decir, tengamos una idea de cuántas veces se les pudo haber apagado y cuántas veces tuvieron que echar a andar esta camioneta.”
Criminales pasaron retén del Plan Michoacán
Pese a lo aparatoso del trayecto, los responsables no encontraron resistencia ni vigilancia efectiva:
“Pasan con esos explosivos ante un retén del Ejército mexicano que se encuentra a no más de un kilómetro… es decir, ellos pasan sin ningún problema la seguridad del Plan Michoacán.”
La explosión ocurrió cuando la camioneta se echó de reversa frente a la base de la Policía Comunitaria, mientras el vehículo blanco y los tripulantes en motocicletas se replegaban hacia la carretera costera 200 para huir hacia Cerro de Ortega.
Criminalización y abandono: el reclamo desde Coahuayana
Uno de los puntos que más subraya Arrieta es el trato de las autoridades hacia la Policía Comunitaria, creada por habitantes armados en 2013 y 2014 tras años de asesinatos y desapariciones:
“Me llama mucho la atención por qué criminalizan a quienes por años han contenido los embates, por seis años para ser precisos, del Cártel Jalisco Nueva Generación.”
Recordó que dos de los policías comunitarios que murieron en el atentado habían participado en el rescate de una niña de 13 años herida en un ataque previo del CJNG, caso en el que —según su relato— el Ejército no acudió pese a encontrarse muy cerca:
“Estuvo media hora sin ser atendida a pesar de que solicitaron el apoyo de la base militar… Fueron los mismos policías comunitarios quienes van y rescatan a la niña y contienen ese embate.”
Autoridades federales deberían escuchar directamente a los habitantes
“Sería bueno que viniera aquí a la zona y escuchara de viva voz a los habitantes, no la parte política… para que tengan un panorama más claro de qué ocurrió.”
También cuestionó el intento de reducir la agresión a una disputa entre grupos criminales. Recordó ataques previos del CJNG, desplazamientos forzados y agresiones contra menores:
“No fue solamente un ataque o una disputa entre grupos criminales como lo aseveran… que vayan y vean cuántas víctimas hay en localidades.”
Además, destacó que los datos oficiales contradicen la narrativa de que la Policía Comunitaria es parte del problema:
“Podemos ver que Coahuayana, al interior de su municipio, por esta protección de la Policía Comunitaria y de la Policía Municipal, tiene tasa cero en delitos cometidos adentro.”