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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Javier Zepeda, presidente de la Asociación PYMES en México, habló sobre que acuerdan aumento del 13% al salario mínimo para 2026.
El incremento al salario mínimo 2026 ya genera preocupación entre los pequeños y medianos empresarios del país. Javier Zepeda, presidente de la Asociación PYMES en México, advirtió que, aunque se reconoce la necesidad de mejorar el ingreso de los trabajadores, el aumento del 13% podría tener un efecto adverso para miles de negocios que ya operan en un contexto de desaceleración económica.
“La economía se está enfriando y el costo laboral sube a doble dígito”
Zepeda explicó que el ajuste al salario mínimo será de 13% en la zona general y 5% en la frontera norte, lo que coloca el ingreso mensual en 9,582 pesos.
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Sin embargo, advirtió que este incremento llega en un momento complicado: “La economía mexicana ya muestra una desaceleración. El PIB se contrajo 0.3% en el último trimestre y llevamos un acumulado anual de 0.1%. Es decir, la economía se está enfriando, pero el costo laboral está subiendo a doble dígito”.
Para una PyME, el aumento real no es de 13%, sino de hasta 18%
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Aunque el aumento directo al salario es de 1,100 pesos mensuales por trabajador, Zepeda señaló que las PyMES enfrentan cargas adicionales: “Sobre ese salario se calculan cuotas del IMSS, Infonavit, Prima de Riesgo, Aguinaldo, vacaciones… El incremento real de la nómina total puede acercarse incluso hasta el 18%”.
Puso como ejemplo una empresa con 10 trabajadores de salario mínimo:
- En 2025 paga 84,000 pesos al mes.
- En 2026 deberá pagar 95,820 pesos, solo en sueldos.
- Con cargas sociales, el impacto anual podría llegar a 180,000 pesos adicionales.
“El choque con la realidad es muy cruel para la PyME”
Zepeda subrayó que las pequeñas empresas enfrentan menores ventas y creciente presión fiscal: “Cuando las ventas están a la baja, un empresario no aumenta sus gastos. Pero hoy el gobierno federal está aumentando los costos de las PyMES sin ayudar a que generen mayores ingresos”.
Además, explicó un problema crítico poco visible: “La nómina no es deducible para IVA. Si una PyME usa ese ingreso para pagar su nómina, debe pagar al SAT el IVA completo. El choque con la realidad es muy cruel”.
Posibles efectos: alza de precios, informalidad y hasta cierres
Ante la presión financiera, Zepeda advirtió que muchas PyMES tendrán que subir precios, lo que podría generar inflación y frenar la creación de empleo. “Si una empresa no genera los ingresos suficientes y se ve obligada a aumentar gastos, tendrá que subir sus precios. Esto frenará la creación de nuevos empleos y podría provocar recortes de personal o cierre de negocios”.
También alertó sobre un riesgo latente: “Las PyMES se van a refugiar en la informalidad. Hoy estamos en un promedio del 55%”.
Propuesta de las PyMES: apoyos y medidas compensatorias
Aunque reconoció los esfuerzos por mejorar el ingreso de los trabajadores, Zepeda fue claro: “Si el país entra en desaceleración económica, un incremento de doble dígito al costo laboral, sin medidas compensatorias, puede convertirse en un boomerang”.
Por ello, la Asociación PYMES propone:
- Reducciones temporales en cuotas del IMSS e Infonavit para empresas de hasta 5 o 10 trabajadores.
- Estímulos fiscales, deducciones aceleradas y créditos vinculados a la conservación de empleos.
- Esquemas diferenciados por tamaño de empresa.
- Aplicación escalonada tanto para el aumento del salario como para la reforma de jornada laboral.
“No podemos exigir lo mismo a una transnacional que a una microempresa. Debemos reconocer el esfuerzo de quienes están formalizados”.
El debate en torno al salario mínimo 2026 apenas comienza, pero las PyMES advierten que, sin un equilibrio entre protección al trabajador y viabilidad empresarial, el impacto podría ser mucho mayor que el previsto.