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En entrevista con Juan Manuel Jiménez, para MVS Noticias, platicamos con María Elena Esparza, fundadora y presidenta de Ola Violeta A.C., sobre la violencia de género que sufren las mujeres con discapacidad.
La doctora Esparza alertó sobre la doble vulnerabilidad de este grupo, señalando que la intersección de ser mujer y tener alguna discapacidad incrementa el riesgo de abuso y dificulta el acceso a la justicia.
Foto: Cuartoscuro
Cifras y la intersección de la vulnerabilidad
La Dra. Male Esparza expuso cifras alarmantes: a pesar de que en México viven más de 3.2 millones de personas con discapacidad, el 70 por ciento de las mujeres con discapacidad en el país han sufrido, o sufren, algún incidente de violencia de género. La OMS, además, alerta que las niñas con discapacidad tienen tres veces más probabilidades de sufrir violencia sexual que las niñas sin discapacidad.
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La fundadora de Ola Violeta mencionó el reciente caso de una joven con síndrome de Down agredida en Iztapalapa, un incidente que “nos demuestra la gran vulnerabilidad a la que se enfrentan las mujeres”. El problema es que esta violencia es frecuentemente invisibilizada y ocurre en entornos donde la mujer debería estar segura, como el familiar o, incluso, el de los cuidados. “Puede ser que el cuidador abuse de esa niña, de esa mujer con alguna discapacidad”, afirmó la experta.
Los retos del acceso a la justicia
El principal desafío para las mujeres con discapacidad es el acceso a la justicia, especialmente cuando la discapacidad impide la comunicación, como en casos de sordomudez o discapacidad intelectual. La Dra. Esparza cuestionó la falta de preparación de las autoridades: “¿Qué capacitación existe para los ministerios públicos en materia de atender la denuncia de una mujer sordomuda, por ejemplo?”.
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Esta vulnerabilidad se agrava con otras intersecciones, como la pobreza o la pertenencia a una comunidad indígena. La pobreza, por ejemplo, impide a muchas víctimas de violencia de género trasladarse a una fiscalía, obligándolas a elegir entre buscar justicia o comer. La experta instó a la comunidad a buscar señales de alerta, como el nerviosismo o el toque constante de alguna parte del cuerpo, en personas que no pueden comunicarse verbalmente, para que se alce la voz por ellas.
Llamado a la acción y la defensa de la agenda
La fundadora de Ola Violeta hizo un llamado a la sociedad y a las autoridades a no invisibilizar a las mujeres con discapacidad, quienes están “muy fuera de la agenda pública”. La experta destacó la necesidad de alfabetización digital accesible y mecanismos de denuncia que estén adaptados para este sector. Recuerda que puedes darle seguimiento a este tema en MVS Noticias con Juan Manuel Jiménez.
