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La desaparición de personas en México ha obligado a miles de familias a convertirse en buscadoras ante la falta de respuestas efectivas de las autoridades. En entrevista para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, Beatriz Uscanga, madre buscadora, relató el viacrucis que ha vivido desde la desaparición de su hijo Sebastián, así como las amenazas y agresiones que sufrió mientras intentaba encontrarlo con vida.
Búsqueda de Sebastián llevó a Beatriz Uscanga a Jalisco
Beatriz Uscanga explicó que decidió trasladarse desde Veracruz hasta Jalisco ante la falta de respuestas y la urgencia de actuar de inmediato tras la desaparición de su hijo. Señaló que desde el inicio enfrentó obstáculos institucionales que retrasaban cualquier acción.
“Fui a la fiscalía de una manera muy prepotente y me contesta la fiscal de desaparecidos diciéndome que si quería yo pusiera denuncia aquí, pero de aquí tres, seis meses, quizás hasta un año podía llegar hacia Jalisco. Dije no, no puede ser. Mejor me traslado hacia allá”.
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Ya en Jalisco, detalló que comenzó una búsqueda constante apoyándose en colectivos y medios de comunicación, con la intención de que su hijo fuera localizado con vida.
“Empiezo a contactarme yo con colectivos, medios de comunicación por todos lados, porque quería yo una búsqueda en vida, no una búsqueda rápida y masiva”.
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Amenazas, hostigamiento y agresión durante la búsqueda
A medida que el caso comenzó a tener mayor visibilidad mediática, Beatriz aseguró que fue objeto de amenazas directas, primero por llamadas y mensajes, y posteriormente de forma física.
“Empiezo a ser amedrentada, amenazada por llamadas telefónicas, mensajes, fotografías… incluso fotos de mi familia, como diciendo que si no me iba, pues algo les podía pasar”.
Relató que el 16 de noviembre fue atacada en la vía pública por personas que la golpearon brutalmente y le advirtieron que debía abandonar el estado.
“Me dieron la primera patada en mi espalda… caigo al piso, me hago en posición fetal y empiezan los golpes, golpe tras golpe, anunciándome que tenía que irme, que era mi última oportunidad para respetarme prácticamente la vida”.
Críticas a la actuación de las autoridades
Tras la agresión, Beatriz acudió a la fiscalía, donde —según su testimonio— la respuesta fue insuficiente y desalentadora.
“La fiscalía poco hace, no sé si es por la saturación, porque son demasiados… no nada más es mi hijo, son miles y miles de desaparecidos. Aparece uno, desaparecen 20”.
Incluso, señaló que le sugirieron retirarse temporalmente de la búsqueda para no poner en riesgo su vida.
“Me comentan que quizás lo mejor sería que realmente me retirara un tiempo de la búsqueda… porque ya no tendrían que buscar a una persona, sino tendrían que buscar a dos”.
“La familia es la que busca”
Beatriz Uscanga subrayó que, en México, la responsabilidad de encontrar a los desaparecidos recae principalmente en las familias, quienes además enfrentan revictimización y abandono institucional.
“La familia es la que busca aquí. Cuando las autoridades deben de hacer su trabajo, nosotros lo tenemos que hacer”.
Añadió que esta situación no es un caso aislado, sino una realidad que atraviesa a todo el país.
“No solamente lo digo yo, lo vive un país completo”.
La búsqueda continuará pese al miedo
Finalmente, Beatriz rechazó versiones periodísticas que afirmaban la muerte de su hijo o atribuían la agresión a declaraciones que ella nunca hizo, y dejó claro que no desistirá.
“La búsqueda hacia mi hijo va a seguir y yo voy a regresar… y si algo me pasa, yo les pido a los medios y a la ciudadanía que por favor sigan buscando a mi hijo”.
Concluyó con un mensaje que resume la exigencia de miles de familias en México:
“Una madre no tiene por qué buscar a su hijo y un hijo no tiene por qué estar desaparecido de esta forma”.
