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En entrevista con Manuel López San Martin para MVS Noticias, Monseñor Héctor Mario Pérez, secretario general y vocero de la Conferencia del Episcopado Mexicano, habló del aumento de violencia en México.
La violencia en México es un tema que no cesa de causar inquietud entre la población y las autoridades religiosas. Monseñor Héctor Mario Pérez, Vocero de la Conferencia del Episcopado Mexicano, se pronunció sobre la necesidad urgente de reformas y diálogo en el país.
"Es vital que trabajemos juntos por un México en paz", afirmó Monseñor Pérez, en un contexto marcado por el reciente asesinato del alcalde de Uruapan. Este trágico evento resalta la fragilidad de la seguridad en el país y el profundo miedo que siente la ciudadanía.
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El obispo hizo hincapié en que el problema del crimen organizado afecta no solo a la población en general, sino específicamente a los jóvenes, quienes muchas veces se ven arrastrados a la violencia. "Un adolescente que se convierte en criminal es un claro indicativo de la descomposición social que debemos afrontar", explicó. Monseñor Pérez abogó por un enfoque más humano que permita a los jóvenes un futuro lleno de oportunidades.
Respecto a las marchas realizadas en todo el país, en las que miles de ciudadanos clamaron por justicia y paz, el obispo manifestó: "Cada marcha es un llamado claro a la necesidad de cambiar nuestra realidad", dijo con Manuel López San Martín.
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Subrayó la importancia de que estas manifestaciones sean vistas como esfuerzo colectivo y no como actos de oposición política.
La necesidad de un diálogo constructivo
Al hablar sobre la polarización actual, Monseñor Pérez sugirió que los líderes deben dejar a un lado las diferencias partidistas. "Es fundamental que pongamos a México en el centro de las discusiones y tratemos de construir puentes", enfatizó.
El objetivo es claro: unir a todos los sectores de la sociedad para trabajar en pos de un país más seguro y con un futuro más prometedor. "La esperanza es real y debe ser nuestra guía en este camino", cerró Monseñor.
Las apremiantes preguntas sobre el futuro de la paz en México siguen presentes, dejando abierta la reflexión sobre el papel de cada uno de nosotros en este proceso.