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En entrevista con Manuel López San Martin para MVS Noticias, Luciana Wainer, colaboradora MVS Noticias cuestionó ¿dónde está Erick Jair? Su desaparición ha captado atención de la ONU.
Oaxaca enfrenta una crisis alarmante: las desapariciones de personas se han disparado, elevándose hasta en un 81.8% en los últimos tres años. Un caso emblemático es el de Erick Yair Pérez Limón, un joven de 21 años desaparecido desde el 23 de junio, cuyo caso ha captado incluso la atención del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU.
La familia de Erick, tras múltiples intentos de buscar justicia, afirma que en su caso "hay muchísimos elementos para dar con él y pistas que siempre fueron ignoradas por las autoridades". Erick había denunciado amenazas semanas antes de su desaparición y había sido víctima de acoso por parte de la policía municipal. Su situación se ha vuelto un símbolo de las fallas en el sistema de justicia mexicano.
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"Tras cada desaparición hay una historia, una vida truncada", comentó Luciana Weiner, quien acompaña la cobertura del caso. "La falta de acción por parte de las autoridades es desesperante; hay un patrón que perpetúa la impunidad en el país".
Las deficiencias en la investigación
Joaquín Galván, defensor de derechos humanos, señaló que la Fiscalía General de Oaxaca ha mostrado una "desatención grave", tanto en términos procesales como investigativos. Según Galván, "al momento de investigar, se centraron solo en buscar el taxi del padre de Erick, desoyendo otras evidencias".
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Aún después de múltiples denuncias, la familia de Erick sigue en la incertidumbre. Recientemente, la Fiscalía ha indicado que se ha detenido a un sospechoso, apodado "el Talibán", pero aún persiste una sensación de frustración ante la falta de resultados. "Estamos en la nada", añadió Weiner.
Además, la intervención de la ONU ha puesto presión al gobierno mexicano, que debe presentar un informe sobre el avance de las investigaciones.
Demandas internacionales y la lucha por justicia
El Comité de Desaparición Forzada ha exigido acelerar las indagatorias, recordando que el Estado tiene la obligación de actuar rápidamente frente a este tipo de casos. La ONU ha solicitado que se brinden medidas de seguridad adecuadas al padre de Erick, quien sigue buscando respuestas, aunque arriesga su propia vida.
La situación plantea una pregunta crucial sobre la efectividad de las instituciones encargadas de proteger a los ciudadanos: ¿Qué cambiará realmente en el sistema que atraviesa un momento crítico? La realidad es que, mientras la familia de Erick sigue su búsqueda, cientos de casos similares permanecen olvidados. Si bien se han hecho esfuerzos para avanzar en la investigación sobre las desapariciones en Oaxaca, la historia de Erick Yair refleja el dolor y la lucha que enfrentan muchas familias en México. La urgencia de respuestas sigue en pie y la esperanza de que este caso sirva como un cambio en la narrativa de la justicia sigue intacta.