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El representante de los agricultores de Guanajuato, Rubén Vázquez de la Rosa, advirtió que el reciente acuerdo con el gobierno federal sobre los apoyos al campo “es apenas un avance”, pero no una solución definitiva para el sector maicero, que continúa enfrentando bajos precios, falta de apoyos y un mercado controlado por los industriales.
Al corte de las 6:00 de la mañana de este viernes, tras los acuerdos con productores de maíz en Guanajuato, Michoacán y Jalisco, los bloqueos en la zona industrial del centro del país comenzaron a disminuir, aunque persisten al menos ocho puntos tomados.
En entrevista con Luis Cárdenas para MVS Noticias, Vázquez de la Rosa explicó que, si bien el incentivo gubernamental de 950 pesos por tonelada del gobierno federal y 150 de los estados representa un paso, no satisface las necesidades reales de los productores.
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“Como tal, no estamos satisfechos. Obviamente es un avance, pero también nosotros lo que pensamos fue en que los bloqueos estaban generando mucha problemática a terceros... creemos que el acuerdo que hicimos fue un avance. Ahora toca seguir con la estrategia dentro de los acuerdos que plasmó que el gobierno federal y el Estado nos tienen que sentar con los industriales para ahora sí lograr un precio piso acorde a las condiciones de mercado”, señaló.
El líder campesino denunció que los industriales del maíz han aprovechado los apoyos oficiales para manipular los precios y mantener pagos injustos, incluso por debajo de los costos de producción.
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“El industrial históricamente lo que ha hecho es aprovecharse de esos apoyos para bajar los precios y manipular el mercado, diciendo que pueden traerlo de otro lado, por ejemplo de Estados Unidos. Pero el maíz blanco para consumo humano no transgénico tiene un sobreprecio inclusive allá, y ellos nos dicen que solo van a pagar el precio del amarillo, lo cual en los hechos es un costo más bajo”, explicó.
Actualmente, los productores denuncian que las bodegas pagan entre 4 mil 800 y 6 mil 200 pesos por tonelada, una cifra que califican de “absurda” frente al esfuerzo y la calidad del maíz nacional.
“Hay bodegas que están pagando 6 pesos en la tonelada, hay otras que pagan hasta 4.80. Eso es absurdo, porque no puede variar tanto. Hay gente que se está aprovechando de la lucha de los campesinos y eso hay que empezar a trabajar para destronar esa estrategia de los industriales”, afirmó.
Los agricultores buscan establecer un precio mínimo de 7 mil 200 pesos por tonelada, incluyendo los incentivos del gobierno, y aseguran que la industria puede absorber sin problema un pago base de 6 mil 200 o 6 mil 300 pesos, considerando los costos de transporte y la calidad del maíz guanajuatense.
“Creemos que sin problema la industria puede dar hasta 6 mil 200, 6 mil 300 pesos, derivado de la información que tenemos de lo que pagaron en Sinaloa... además, nuestro maíz es blanco, no transgénico, y para consumo humano”, recalcó.
“El sector agropecuario está en coma”
Rubén Vázquez subrayó que, pese a los avances en las negociaciones, el campo mexicano sigue en una situación crítica.
“El sector aún sigue en estado de coma. Lo que generamos hoy es un pequeño desenfrío para poder sobrellevar la situación, pero de fondo no se solucionan los problemas. Falta financiamiento, aseguramiento y apoyo real al productor”, lamentó.
El representante recordó que el desmantelamiento de la estructura de apoyo al campo ha dejado a los agricultores sin herramientas para competir, mientras que las importaciones siguen entrando sin pagar impuestos.
“Estamos pagando al gobierno impuestos por producir. Sin embargo, la importación que viene de otros lados no paga un solo peso. Eso es aberrante. El gobierno federal está haciendo negocio con nosotros”, denunció.
Finalmente, Vázquez llamó a la unidad del sector y reafirmó la voluntad de continuar el diálogo, aunque advirtió que mantendrán la movilización si no se cumplen los acuerdos.
