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En entrevista para MVS Noticias con Juan Manuel Jiménez, el secretario de Gobierno de la CDMX, César Cravioto habló sobre la violencia en la marcha del 2 de octubre.
Tras los disturbios ocurridos durante la marcha del 2 de octubre en la Ciudad de México, el secretario de Gobierno capitalino, César Cravioto, aseguró que los hechos violentos no representan el espíritu de la movilización ni la memoria del movimiento estudiantil de 1968.
“Nada tiene que ver la lucha que dieron los jóvenes del 68 por un sistema más justo con lo que vimos ahora: 350 o 400 personas embozadas que se dedicaron a saquear negocios, golpear policías y lanzar bombas molotov”, afirmó Cravioto durante la conversación con el periodista Juan Manuel Jiménez.
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Marcha del 2 de octubre CDMX: Una provocación que no logró su objetivo
El funcionario capitalino lamentó que un grupo reducido haya intentado desvirtuar una marcha que reunió a más de 10 mil personas con demandas legítimas. “Más de 10 mil personas fueron a reivindicar temas importantes para los jóvenes, y un grupo de 350 o 400 no fueron a marchar a favor de los derechos; fueron a provocar”, subrayó.
Cravioto indicó que las autoridades lograron contener la violencia sin caer en enfrentamientos mayores: “No lograron la provocación, se quedaron con las ganas, se exhibieron ante la sociedad y quedó de manifiesto que es un grupo organizado que no busca un mejor desarrollo para la sociedad, sino provocar afectaciones a terceros”.
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Se investigará a los responsables
El secretario de Gobierno también aseguró que se están recabando datos para identificar a los responsables. “Es muy organizado, sí vamos a dar con los responsables y los organizadores de esta gran provocación”, afirmó tajante.
Asimismo, reconoció el trabajo del comité organizador de la marcha conmemorativa. “Una felicitación al comité organizador del 68; seguiremos avanzando en recabar datos sobre quiénes son los causantes”, añadió.
Diferenciar entre memoria y violencia
Cravioto hizo énfasis en que la marcha del 2 de octubre debe seguir siendo un espacio para la memoria, la exigencia de justicia y la libertad de expresión, pero no un pretexto para la violencia. “Quedó claro a la población quiénes son los que buscan provocar y no construir”, dijo.
La marcha del 2 de octubre sigue siendo una fecha clave para la memoria histórica de México, pero los hechos recientes obligan a repensar los mecanismos de seguridad y convivencia durante las protestas sociales.