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En entrevista con Ana Francisca Vega para MVS Noticias, el periodista Jorge García Orozco, colaborador de Eme Equis, expuso una serie de contratos que, según su investigación, han beneficiado a personajes y medios señalados de fungir como propagandistas en las conferencias matutinas del presidente.
García explicó que Carlos Pozos, conocido como Lord Molécula, ha mantenido vínculos económicos con instituciones públicas, pese a que se deslindó de trabajar con el grupo Ferraez.
“Estuve buscando los contratos que tenía el señor Lord Molecula, que llegó a tener contratos con el grupo Ferraez.Esto durante el sexenio pasado, porque él aclaró de que ya no forma parte del grupo Ferraez, pero sigue cobrando. Él tiene contratos vigentes tanto con la Cámara de Diputados como con la Cámara de Senadores, como con Pemex o con la Cipona de Campeche. Él tiene varios contratos donde vende su sitio Lord Molécula”, detalló el periodista.
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De acuerdo con sus cálculos, los contratos suman entre un millón y medio y dos millones de pesos, recursos que, señaló, provienen de su participación en las conferencias presidenciales, donde lanza preguntas a modo.
“He estado publicando contrato por contrato para ir exhibiendo cómo es esta forma de actuar del gobierno que hace pasar por periodistas a personas que no lo son, que realmente nada más van a la conferencia mañanera a soltar preguntas a modo”, señaló García.
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Contralínea y los 47 millones de pesos
El colaborador de Eme Equis también habló del caso de la revista Contralínea, dirigida por Miguel Vadillo y en la que participa la periodista Nancy Flores. Según García, a pesar de ser un medio con bajo alcance, recibió 47 millones de pesos en contratos durante el sexenio anterior, principalmente por parte del IMSS.
“Más allá de los números que son importantes en sí mismos, si uno relaciona esto con lo que hemos escuchado de estas personas en la mañanera, es que el gobierno está pagando por propaganda y por adulaciones”, advirtió.
Jorge García: “Es una simulación que daña al periodismo”
Para García, este esquema no corresponde al ejercicio periodístico, sino a un montaje que busca respaldar al poder desde la narrativa oficialista:
“Yo creo que es una simulación, porque las personas que hacemos periodismo, independientemente de fobias políticas, tenemos una obligación con la verdad. Y nosotros intentamos hacer periodismo serio, documentando los escándalos que suceden en este momento. En cambio, estos medios hacen preguntas a modo y, al día de hoy, en 2025, están cobrando por hacer esas preguntas”.