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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias el Dr. Tonatiuh Guillén, el profesor del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM y ex comisionado del Instituto Nacional de Migración, explicó que aumentará el número de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos antes que Trump tome posesión.
Esta situación evoca crisis migratorias anteriores, por lo que el también profesor advierte sobre las consecuencias de la falta de preparación en las políticas migratorias mexicanas.
“De entrada, vale la pena subrayar que esta coyuntura está en un tono particularmente tenso”, comenta Guillén al recordar la crisis de emergencia humanitaria en las ciudades fronterizas durante 2023. “La capacidad de respuesta del gobierno mexicano fue mínima, si no es que inexistente en muchos espacios”, afirmó.
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Por otro lado, el papel fundamental de las organizaciones de la sociedad civil en la atención a los migrantes también fue destacado: “Fueron quienes atendieron la crisis desde la perspectiva de descendencia, mientras los propios migrantes se las arreglaron como pudieron”. Guillén señala que sin una estrategia clara, el maltrato y el sufrimiento de estas personas podrían incrementarse considerablemente.
¿Continúa la migración forzada?
El perfil de los migrantes también ha cambiado. Aunque el número actual equivale a “1/3 del pico del año pasado”, según Guillén, el desplazamiento sigue siendo forzado por factores como la violencia, la inseguridad y la búsqueda de protección internacional. Este fenómeno incluye a mexicanos que buscan refugio debido a la precariedad en sus regiones de origen.
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El experto subraya la necesidad de priorizar las políticas de refugio sobre los mecanismos de contención actuales: “Tenemos una constitución que protege el escenario de refugio, una ley sobre refugiados y convenios internacionales que deberían guiar nuestra respuesta”. Sin embargo, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados enfrenta condiciones muy deterioradas, lo que limita su capacidad de actuar.
Para el Dr. Guillén, es crucial un cambio de paradigma en las políticas migratorias: “Debemos darle prioridad a la perspectiva de refugio con protección e inclusión temporal”. Este enfoque no solo cumple con las obligaciones internacionales de México, sino que también reconoce la dignidad y los derechos de los migrantes como seres humanos.
El reto para México es enorme, ya que sin una estrategia adecuada, las ciudades fronterizas podrían enfrentarse nuevamente a una crisis humanitaria de grandes proporciones, dejando a miles de personas en situación de vulnerabilidad extrema.