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En entrevista para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, el Dr. Héctor Mendoza Vargas, del Instituto de Geografía UNAM, comentará sobre las implicaciones culturales, políticas e históricas detrás del cambio de nombre del Golfo de México o Golfo de América.
"Hay que considerar este planteamiento que se hace desde esta empresa privada, Google, Google Maps, que los nombres geográficos no responden a una iniciativa de esa naturaleza, como lo ha anunciado desde el Ejecutivo de Estados Unidos", dijo.
Comentó que los nombres geográficos del mundo, empezando por los países se registran en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que tiene un grupo de expertos en nombres geográficos.
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Mencionó que ese grupo emite normativas, resoluciones a nivel internacional para identificar a cada región con un nombre específico.
Nombres geográficos son patrimonio de las comunidades
Añadió que los nombres geográficos son patrimonio de las comunidades y responden a la identidad, a la cultura, a la historia de cada uno de ellos, y a la geografía.
Abundó que el nombre es designado por los comunidades, muchas veces puede haber consenso con las autoridades oficiales para el nombramiento de los rasgos geográficos del territorio.
"En este caso, como el ejemplo que nos comenta o que sucede esta tarde, es que el Ejecutivo de Estados Unidos puede emitir sus decretos por firma, pero no significa que automáticamente los Atlas o mapas van a asumir o a interiorizar esa normativa", aclaró..
Apuntó que el decreto de Donald Trump es válido para la geografía interna de Estados Unidos, es decir, para sus propios ciudadanos, quienes podrían asumirlo de otra manera.
"Para el resto del mundo y para los mexicanos, tiene otra naturaleza. Nosotros tenemos el nombre de Golfo de México a partir de los mapas geográficos que se construyeron en el siglo XVI y en el siglo XVII", expresó el Dr. Héctor Mendoza Vargas.