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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, José Luis Pérez Canchola, exdirector Municipal de Atención Migrante en Tijuana, habló de su despido como director municipal de atención al migrante por exigir coordinación para atender a migrantes.
La frontera norte de México enfrenta una creciente crisis migratoria, agravada por la falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno, así lo detalló José Luis Pérez Canchola, exdirector Municipal de Atención al Migrante en Tijuana.
De acuerdo con Pérez Canchola, el número de deportados diarios por la frontera de Tijuana está aumentando, con un promedio de 150 personas, muchas de ellas con antecedentes penales o problemas legales mínimos. Además, menores no acompañados llegan en condiciones de vulnerabilidad extrema.
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"Los menores mexicanos son entregados al DIF para buscar la reunificación familiar, pero el proceso es largo y complicado", explicó.
Mientras tanto, las autoridades estadounidenses refuerzan la frontera con soldados y tecnología avanzada, lo que podría desencadenar una crisis humanitaria a mediados de febrero, cuando las deportaciones masivas sean inevitables.
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"La estrategia es clara: militarizar la frontera para impedir que los deportados regresen, incluso con ayuda de polleros. Esto aumentará el riesgo para quienes intenten cruzar," advirtió el exfuncionario.
Riesgos crecientes para migrantes vulnerables
La falta de documentos legales deja a los migrantes expuestos a abusos, secuestros y explotación por parte de traficantes. "He atendido casos de personas secuestradas, incluyendo mujeres con niños, a quienes les exigen rescates irrisorios. Sin embargo, la magnitud del problema es alarmante", comentó Pérez Canchola.
También destacó el riesgo sanitario en los albergues debido a la falta de atención médica. "Hay contagios por la falta de higiene y supervisión en estos lugares. Es urgente que la Secretaría de Bienestar y otras dependencias federales intervengan de manera enérgica", añadió.
Pérez Canchola concluyó que la política migratoria debe alinearse con el discurso presidencial sobre derechos humanos.
"Los migrantes, sean nacionales o extranjeros, tienen los mismos derechos que el resto de la población. La atención a esta crisis es una responsabilidad federal que no puede recaer solo en los albergues privados”, afirmó tras hablar de la crisis migratoria en Tijuana.