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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, María Elena Molina, presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras A.C., expresó su profunda preocupación ante la reforma al Poder Judicial recientemente aprobada en México.
Según Molina, esta reforma, tramitada con inusitada rapidez, representa un riesgo significativo para la independencia judicial y la calidad de la justicia en el país.
"Es impresionante, lo cierto es que lo que está aprobado viola las obligaciones de México según los sistemas internacionales y presenta un gravísimo riesgo para la independencia judicial y el Estado de Derecho", aseguró.
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Además, destacó que la velocidad con la que se llevó a cabo la reforma, en apenas ocho días, es preocupante, pues no se dio el tiempo necesario para una deliberación adecuada sobre un tema de tal envergadura.
La reforma no solo afecta los derechos laborales de los jueces y magistrados, sino que también compromete la esencia misma de la independencia judicial.
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"Nos han dicho que no tenemos ni siquiera el derecho a tener el sueldo por el que estamos trabajando, que no tenemos derecho a una pensión, pero el tema principal es la independencia judicial y la calidad de la justicia en México, que no se va a arreglar bajo ninguna circunstancia, se va a empeorar", advirtió la presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras.
Impacto personal y profesional
Describió un escenario de desolación e incertidumbre, donde el futuro de muchos profesionales del Poder Judicial está en juego.
"Evidentemente, a nivel personal, es un dolor muy grande... Para formar parte del Poder Judicial en las condiciones que estamos, con altísimas cargas de trabajo y sin horarios, se necesita vocación, pero hoy nos dicen que no vamos a continuar, violentando todos los derechos humanos y las reglas constitucionales e internacionales", afirmó.
A pesar del difícil panorama, Molina se mostró firme en la defensa de los principios que guían al Poder Judicial, insistiendo en que continuarán luchando desde los cauces legales.
Finalmente, destacó que la implementación de la reforma, prevista para comenzar de inmediato, es una "barbaridad", ya que se espera que en solo siete días se tomen decisiones que afectarán a miles de juzgadores.
A pesar de la reforma al Poder Judicial, la presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras dejó claro que seguirán vigilantes y exigiendo que esta reforma pueda revertirse, apelando a la reflexión de las autoridades y de la presidenta electa, quien, según María Elena Molina, "tampoco debería querer ser la primera presidenta mujer en un país no democrático".