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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Laura Coronado, académica de la Universidad Anáhuac, analizó el impacto del chip cerebral de Neuralink que posibilita jugar ajedrez con tan solo pensar en las movidas, entre otras cosas.
La autora del libro “La libertad de expresión en el ciberespacio” describió el proceso de implantación del chip neuronal, detallando que es una cirugía delicada donde se inserta el dispositivo del tamaño de una moneda en el cerebro, permitiendo la comunicación entre este y una interfaz externa.
Señaló que el paciente, en este caso cuadripléjico, recibe un entrenamiento para controlar el juego de ajedrez mediante instrucciones al chip.
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La académica resaltó que esta innovación proviene de la empresa de Elon Musk y destacó la necesidad de una mayor transparencia y participación de la comunidad científica en este tipo de avances tecnológicos.
“No tiene regulación ni obligación de transparentarlo, pero sí sería necesario que la comunidad científica conozca de estos avances”, comentó.
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Lo que debería pasar con el chip de Neuralink
Coronado comparó la situación actual con el desarrollo de los rayos X hace más de 10 años, donde los científicos inicialmente buscaron compartir sus descubrimientos para beneficiar a la humanidad.
En cuanto a la regulación y transparencia, la especialista subrayó que, si bien Musk no está obligado a ello, sería fundamental para validar la autenticidad y el potencial beneficio de esta tecnología.
“Debe abrirse a la comunidad científica porque puede cambiar la vida de las personas si es real”, añadió.
Expresó su esperanza de que este tipo de avances tecnológicos puedan mejorar la vida de las personas, pero también señaló la importancia de la participación de diversas partes interesadas, incluida la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), para garantizar su seguridad y eficacia.
En última instancia, Laura Coronado enfatizó que el conocimiento científico debe estar al servicio de la humanidad y lamentó que los Estados parezcan quedarse cortos en este aspecto, alentando una mayor apertura y colaboración en la investigación y el desarrollo de tecnologías innovadoras como el chip de Neuralink.