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En su colaboración para MVS Noticias con Luis Cárdenas, el analista político Ezra Shabot profundizó sobre el debate entre los candidatos para la Jefatura de Gobierno de la CDMX realizado este domingo.
Ahí, los aspirantes Clara Brugada (Morena, PT y Partido Verde), Santiago Taboada (PRI, PAN y PRD), así como Salomón Chertorivski (Movimiento Ciudadano) protagonizaron un intercambio de ideas y confrontaciones.
El periodista destacó que el debate se centró en los dos candidatos punteros, aunque el tercero también tuvo presencia.
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Clara Brugada, según Shabot, asumió el papel de defensora del status quo, mientras que Santiago Taboada representó la oposición, sin encontrar puntos de encuentro significativos entre ambos.
El analista señaló que el debate se centró en aspectos personales, como acusaciones de corrupción y falta de atención a la población, en lugar de discutir temas de fondo y soluciones para la ciudad.
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“Lo cierto es que el tema se fue a temas muy personales, a la corrupción de uno o del otro”, comentó.
Salomón Chertorivski intentó introducir temáticas relevantes, pero enfrentó dificultades para explicar sus propuestas y su financiamiento en el contexto de una campaña electoral.
¿Quién ganó el debate CDMX?
Shabot consideró que el discurso de los candidatos careció de propuestas concretas y se enfocó en confrontaciones personales y políticas.
En este sentido, señaló que este enfoque podría no resultar efectivo para ganar votos, ya que no ofrece soluciones tangibles a los problemas de la ciudad.
“Con este tipo de discursos, no gana nadie, se anula prácticamente, no están hablando de soluciones, sino de su propio grupo o base social que los apoya”, recalcó.
En cuanto a las expectativas electorales, sugirió que la respuesta podría ser negativa, y que la preferencia de los votantes podría dividirse entre diferentes zonas de la ciudad, con Clara Brugada siendo vista como opción en el Occidente y Santiago Taboada en el Oriente.
En resumen, Ezra Shabot sugirió que el debate de la CDMX no logró abordar de manera efectiva los problemas de la ciudad y que los candidatos necesitarán reconsiderar sus estrategias para ganar votos más allá de la confrontación y las acusaciones personales.