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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Ezra Shabot, periodista, habló sobre la caída del gobierno de Bashar Al-Assad en Siria y sus consecuencias geopolíticas a nivel mundial.
"Se trata de una situación compleja, es comprensible a partir de lo sucedido con el ataque de Hamás a Israel, con una guerra que empezó en Gaza, por supuesto la conexión entre Hezbolá en Líbano y dentro de Siria", comentó el periodista.
Shabot explicó cómo la rebelión de 2011, que puso al mundo en tensión, fue un punto de quiebre. "Por un lado, mientras EU apoyaba a un grupo rebelde, por otra parte, se había construido el Estado Islámico", señaló. En ese contexto, la intervención de Rusia jugó un papel clave. "Rusia entra en ese contexto, aporta y logra controlar gran parte del territorio", indicó Shabot, describiendo cómo la dinámica internacional se complicó aún más.
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¿Quiénes son los rebeldes?
Los rebeldes, según el periodista, representan una mezcla de intereses, y el principal grupo dominante es el Frente de Liberación de Siria, comandado por un hombre con un pasado ligado a Al Qaeda. "Él había participado en grupos ligados a Al Qaeda, luego abandona y apoya irse contra Irán. Después, en algún momento, comprende que eso no le iba a funcionar y decide finalmente comandar una especie de ejército con elementos moderados", explicó Shabot.
¿Cuáles son las consecuencias geopolíticas tras la caída de Al-Assad en Siria?
La caída de Al-Assad en Siria se produce en un contexto aún más complejo, con la pérdida de apoyo de Irán y la guerra en Ucrania complicando aún más la situación. "Siria empieza a perder todo lo que era el apoyo de Irán, y la guerra en Ucrania no le ayuda", afirmó Shabot, señalando que los rebeldes avanzan mientras el caos se apodera del país. Esta inestabilidad ha dado paso a una nueva narrativa, donde algunos piden una Siria "libre y democrática", a pesar de que aún persisten tensiones sectarias.
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En cuanto a la composición religiosa de Siria, Shabot destacó que la mayoría de la población es musulmana sunita, aunque históricamente estuvo dominada por el régimen alauita de Asad. "Ahora hay una mayoría en Siria, que son musulmanes sunitas, pero estuvieron dominados", explicó el periodista.
A pesar de que la caída de Al-Assad en Siria podría verse como una victoria para Occidente, Shabot advierte que las cosas no son tan sencillas en el contexto del Medio Oriente. "Aparece como una buena noticia para Occidente, pero hay que entender que estás en el Medio Oriente y las cosas no son tan sencillas", señaló. "No se sabe bien quién gobierna", concluyó.
La caída de Al-Assad en Siria no solo marca un cambio significativo en el país, sino que también tiene consecuencias geopolíticas a nivel mundial, en un escenario donde los intereses internacionales y locales siguen en juego.