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Los emojis del narco se han convertido en un lenguaje oculto que los cárteles utilizan para evadir la censura en plataformas como TikTok e Instagram. Así lo señaló Óscar Balmen, periodista especializado en crimen organizado, en su ‘Nación Criminal’ para MVS Noticias con Luis Cárdenas.
Este código visual permite a los grupos criminales identificarse, reclutar miembros y mostrar "valores" sin necesidad de textos explícitos, que las plataformas suelen eliminar automáticamente.
El reportero obtuvo el permiso de @All_Source_News, @LatamObscuro y @natsecboogie para reproducir sus hallazgos.
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¿Cuáles son los emojis del narco?
Un ejemplo destacado es el emoji de una rebanada de pizza, utilizado por "La Chapiza", el brazo armado de Los Chapitos, hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán.
"Usan emojis como el de la pizza para esquivar a los bots que eliminan propaganda del crimen organizado", explicó Balmen.
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Otros grupos han desarrollado sus propios símbolos: una bandera de Francia representa a los aliados de Jorge Humberto Figueroa Benítez, conocido como "El Perris", mientras que una cara sonriente con sombrero vaquero alude a "El Mayo" Zambada.
El uso de estos códigos no se limita al Cártel de Sinaloa. El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) emplea emojis como gallos o un demonio morado para identificarse.
En tanto, grupos como Los Metros, escisión del Cártel del Golfo, recurren a fantasmas que evocan prácticas de magia negra, mientras que los seguidores de La Nueva Familia Michoacana se reconocen con fresas y peces, en referencia a sus líderes "El Fresa" y "El Pez".
Balmen destacó un caso reciente en Culiacán: el emoji de una bola negra de billar, la ocho, apareció en redes tras la detención de Omar Félix Loaiza, alias "El 8", alto miembro de Los Chapitos.
"Con esa bola negra, decenas juraron venganza", indicó el periodista, subrayando cómo estos íconos aparentemente inocentes se convierten en herramientas de guerra digital.
Los emojis del narco demuestran cómo el crimen organizado adapta sus métodos al entorno digital, transformando símbolos cotidianos en un lenguaje de terror y propaganda.