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La discusión sobre la implementación de una jornada laboral de 40 horas a la semana ha generado opiniones divididas en México.
En su colaboración para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Pedro Tello, consultor en economía, abordó este tema clave, destacando que la reducción de la jornada laboral debe ir acompañada de un incremento en la productividad, algo que actualmente no se observa en el país.
“En México, el incremento promedio de la productividad laboral es de apenas el 0.1 por ciento”, subrayó Tello, comparándolo con naciones como Corea del Sur o la República Checa, donde este indicador crece significativamente cada año.
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¿Cómo lograr la jornada laboral de 40 horas?
Para que la jornada laboral de 40 horas sea una realidad efectiva, Tello explicó que no basta con simplemente reducir las horas de trabajo, ya que la productividad en México ha estado estancada durante las últimas tres décadas.
“Es difícil esperar que una reducción de la jornada laboral vaya a mejorar esta condición de productividad estancada y, consecuentemente, que existan bases sólidas para mejorar la calidad de vida de los trabajadores en nuestro país", señaló.
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El especialista destacó que, aunque la intención de mejorar las condiciones laborales es correcta, es indispensable que venga acompañada de un plan estratégico que fomente el aumento de la productividad.
El consultor también puntualizó que, para alcanzar estos objetivos, se requiere no solo trabajadores bien capacitados, sino también la disponibilidad de maquinaria y tecnología adecuada que permita hacer más en menos tiempo.
“Elevar la productividad es necesario para que los empleados puedan producir más en el mismo tiempo o incluso con menos tiempo”, explicó.
De lo contrario, una reducción de la jornada sin este crecimiento en eficiencia podría tener consecuencias negativas para la economía y los empleadores.
¿Qué hace falta?
Finalmente, Pedro Tello expresó su respaldo a la idea de reducir la jornada laboral, pero insistió en que primero se deben generar las condiciones adecuadas en el sector industrial y agrícola del país para aumentar la productividad.
De lo contrario, concluyó, “estaremos tomando decisiones inadecuadas en función de los resultados que en materia de productividad hemos acumulado durante más de 30 años”.
Con la jornada laboral de 40 horas en el centro del debate, el futuro de las políticas laborales en México dependerá de cómo se logren equilibrar las necesidades de los trabajadores con las capacidades productivas de las empresas, una relación que será clave para el desarrollo económico y el bienestar social del país.