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En entrevista para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, Ximena Rojas Muñoz, secretaría general del SINAR, habló sobre las denuncias del Sindicato Nacional de Restauradores del INAH de hostigamiento por parte del Instituto al arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer, tras alertar sobre destrucción del patrimonio arqueológico por construcción del Tren Maya.
"Varios de nuestros agremiados nos comentaron que hay nuevas limitaciones en el desarrollo de las comisiones", dijo.
Explicó que una de las limitaciones impide que los restauradores se desplacen más de 50 kilómetros, o utilicen más de 16 litros de gasolina, para atender alguna comisión, es decir, para ver algún caso de patrimonio arqueológico.
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Destacó que el patrimonio cultural está distribuido por toda la República Mexicana, y no sólo se concentra en las ciudades donde hay instalaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Señaló que las consecuencias serán que si no se logra atender de manera oportuna las piezas de patrimonio, su deterioro sigue y pueden perderse del todo o sufrir pérdidas irreparables.
Tren Maya y el INAH
Explicó que en el tema del Tren Maya, el personal del INAH se ha visto limitado en su participación, ya que la empresa de la Sedena que se constituyó para las obras, se ha encargado de la contratación del personal que atiende todo el patrimonio cultural que es hallado.
Agregó que también la Sedena ha contratado arqueólogos con el fin específico para hacer excavaciones del patrimonio arqueológico, acción que es propiamente del Instituto, lo cual se establece en Ley Federal de Monumentos, y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
"Esta empresa de la Sedena está transgrediendo funciones que le toca al INAH y que desafortunadamente el Instituto ha permitido que este tipo de acciones continúe", añadió.
Ximena Rojas Muñoz agregó que no tienen evidencia, pero se sabe que los arqueólogos contratados son pasantes, y muchos de ellos no conocen propiamente la región.