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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Cristóbal Ascencio, obispo de Apatzingán, habló sobre que el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, arremetió en su contra tras críticas al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Queremos ayudar a bajar la violencia con nuestras acciones y nuestras palabras”, declaró el religioso.
Respecto a los comentarios del mandatario estatal, aclaró que él no mantiene ninguna alianza con el crimen organizado.
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“Si me detienen en el camino, les hablo a los miembros del crimen y los invitó a la convertirse, ese es el trato que yo tengo a los que considero mis hermanos”, dijo.
“Me han dicho varias cosas, algunos me dijeron cuando yo les dije que estoy para servirles y que dejen sus armas para confesarlos, cuando me los vuelo a encontrar, aquí sigo a su disposición”, añadió. “Me dicen: ‘Obispo, no se preocupe, nosotros lo buscamos’”.
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Ahora, cuenta, que él es el que los busca para invitarlos a conversión, pero que tampoco está detrás de ellos.
Obispo de Apatzingán critica estrategia de seguridad
El sacerdote compartió historias de su comunidad, donde los jóvenes se acercan al crimen organizado, ya que no tienen otra alternativa.
“Me platicó su historia, él se hizo sicario porque en su casa eran su familia sin deber nada, llegó un grupo contrario, les quemó su casa y los hizo huir, él no encontró otro camino que unírseles y convertirse en sicario para atacar a quienes destruyeron a su familia”, dijo.
A esto se suma, que, según él, “en algunos lugares están obligando a adolescentes y jóvenes a que se unan”.
Sobre sus declaraciones respecto a la estrategia de seguridad, comentó: “En primer lugar, yo externé ese deseo el domingo en mi homilía, viendo la situación de mi diócesis que se nos ha venido la tempestad”.
Esto luego de que desde hace 22 días ha incrementado la violencia en la zona.
“Está comprobado que la estrategia de abrazos, no balazos, no ha funcionado”, sentenció.
El obispo de Apatzingán reiteró: “Yo dije que hubiere sido mejor, no convocando, yo externé que hubiera estado mejor que en vez de un acto celebrativo, haber convocado a una jornada de duelo y de luto no solo por las víctimas de mis diócesis, sino por las de todo el país”.