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En entrevista con Sheila Amador para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Óscar Ocampo, coordinador de energía y medio ambiente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), habló sobre que, frente cambio climático, urge la modernización de la regulación de la situación hídrica en México por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“La ola de calor que padecemos es un pretexto para hablar de los patrones de cambios en la sequía y el agua. El documento que publicamos es un llamado a que la normatividad refleje esta nueva realidad porque vivimos una legislación obsoleta”, opinó.
Agregó que esto se ve reflejado en “la poca disponibilidad de agua en el sistema Cutzamala y lo que vimos en Monterrey el año pasado”.
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“Es un llamado para que Conagua remodernice con tecnología, que haga inspecciones y tenga mejores datos en tiempo real, así como ajustar los volúmenes que se pueden concesionar en esta nueva realidad”, añadió.
En este contexto recordó que, en 2011, México tuvo sus sequías más fuertes desde la década de los 40 y que en 2021 se reportaron de nuevo.
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“Las sequías son más intensas de lo que lo eran en el pasado”, mencionó.
Óscar Ocampo advirtió que una de las zonas del país que más están sufriendo de esta escasez es el “corazón industrial”, el cual se está quedando sin agua.
“Es necesario invertir en agua, hay otra parte en el país que tiene mucha agua como el sursureste y en caso de gestionar bien este suministro, no llegaríamos a un desastre, estamos a tiempo de tomar medidas”, dijo.
Es por eso que destacó que “lo más importante es garantizar presupuesto suficiente a Conagua”, ya que “hoy en día lo que no esté en el presupuesto no es prioridad”.
“Sigue siendo completamente insuficiente para atender los problemas hídricos del país”, declaró.
El experto del IMCO también sugirió que se debe apostar a “una mayor coordinación entre municipios, estados y federación y entre estados que comparten cuencas hidrológicas”.
Esto porque un estado puede cambiar su ordenamiento territorial sin avisarle a otro, afectándolo de manera indirecta y directa, lo que la Conagua también debería regular.