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En su colaboración para MVS Noticias con Luis Cárdenas, el fundador de Kairós Consultores, Jorge Andrés Castañeda, compartió cómo se ve el desastre de Acapulco tras el huracán Otis en datos.
“Si de por sí Guerrero ya es de los estados con más pobreza y su principal desarrollo era Acapulco, será una época muy difícil”, aseguró el especialista en economía.
Para analizar la situación, dijo que se debe dividir en dos etapas: la inmediata y la de “salvar al puerto”.
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“Más allá de las necesidades inmediatas, que sobre todo es el agua, la comida, el tema de salubridad que puede ser muy peligroso, todo es gravísimo, se debe atender de manera inmediata”, afirmó.
Los daños del huracán Otis en cifras
Jorge Andrés Castañeda declaró que, de las 770 mil personas que habitan el municipio de Acapulco, la población activa es de 400 mil.
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“¿De qué van a trabajar? Por lo menos 100 mil trabajan directamente en el sector turismo”, cuestionó. “No hay industria importante más allá de la turística, todo el mundo trabaja en los servicios y con la infraestructura devastada”.
Es por eso que mencionó que “va a tardar mucho tiempo en regresar el turismo a Acapulco porque ahorita no hay a dónde ir”.
Sobre el Fonden, explicó que “era un fideicomiso y el objetivo era contar con recursos de forma multianual porque todo el dinero del presupuesto se tiene que gastar en el año”.
“Las reglas era que el 0.4 por ciento del gasto programable tenía que ir a los desastres naturales”, comentó.
En ese fondo, “había 17 mil millones de pesos, que parece ya se gastaron 6, entonces quedan 11”, además, “hay una póliza de seguro de unos 9 mil millones de pesos, entonces hay 20 mil millones de pesos, pero están lejísimos de lo que necesitaríamos”.
“Si existiera el Fonden se especula que habría 55 millones de pesos”, sin embargo, “análisis ponen la cifra en alrededor de 250 mil millones de pesos”.
“Algunos hablan de 350 mil millones de pesos, otros de 500 mil millones de pesos. En el mejor de los escenarios esto tardaría cinco años”, expresó.
Por si fuera poco, el 94 por ciento de los inmuebles no están asegurados, quedando a la deriva tras el impacto del huracán Otis.