La noticia sobre la muerte de Ozzy Osbourne hizo que muchos recordaran los mejores momentos de su carrera. Ozzy no solo fue un ícono del rock y heavy metal, sino que también tuvo experiencias únicas en nuestro país que quedan en la memoria de quienes lo siguieron. Entre esas vivencias, hay una que se vuelve especial por cómo mostró otro lado del músico, más allá del escenario.
En 1995, justo antes de su único concierto en Monterrey, Ozzy aprovechó para conocer el sitio arqueológico de Teotihuacán. Lo hizo acompañado del fotógrafo Fernando Aceves, quien estuvo ahí para capturar esas imágenes que hoy son parte de la historia.
Ver a Ozzy explorando esas antiguas pirámides es un recuerdo poco común y fascinante, donde se mostró curioso y disfrutando de un México que pocos fans imaginarían.
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Ozzy Osbourne y su debut en México
Durante la gira ‘Retirement Sucks Tour’ en 1995, Ozzy Osbourne decidió por primera vez incluir a México en su ruta de conciertos internacionales, justo antes de sacar su disco Ozzmosis. Este regreso a los escenarios fue muy esperado, ya que Ozzy había tenido varios altibajos en su vida personal, y esta visita representó un nuevo comienzo para el cantante.
Su concierto en Monterrey se realizó en el Auditorio Coca Cola dentro del parque Fundidora, donde más de 10 mil personas se reunieron para verlo. El público pudo disfrutar de un repertorio que combinó canciones de su carrera como solista con varios clásicos de Black Sabbath, como ‘Paranoid’ e ‘Iron Man’, que fueron recibidos con gran entusiasmo por los fans.
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Después de esa noche intensa en Monterrey, Ozzy se trasladó a la Ciudad de México para cerrar su paso por el país con un show en el Palacio de los Deportes. Esa presentación fue el broche de oro para su primera vez en el país, y dejó claro que, pese a los años y las dificultades, el músico seguía siendo una leyenda para sus seguidores mexicanos.
El mágico paso de Ozzy Osbourne por Teotihuacán
Antes de presentarse en el Palacio de los Deportes, Ozzy Osbourne aprovechó su estancia en México para visitar uno de los sitios más emblemáticos del país: Teotihuacán. Lo hizo acompañado del fotógrafo Fernando Aceves, conocido por retratar a figuras de talla internacional. El objetivo fue registrar imágenes del músico en un entorno muy distinto al habitual, rodeado de historia y simbolismo prehispánico.
Durante el recorrido, Osbourne posó en la Pirámide de la Luna, en medio de una atmósfera que contrastaba con su estética oscura. Las fotografías lograron capturar un encuentro poco común entre el rock y el legado cultural mexicano. Según ha compartido Aceves, la experiencia fue especial por la conexión inesperada que surgió entre la energía del lugar y la personalidad única del cantante.
Las imágenes captadas durante su visita a Teotihuacán quedaron como testimonio de su paso por uno de los sitios arqueológicos más importantes del país. Estas fotografías han sido difundidas a lo largo de los años y forman parte del archivo que documenta los encuentros entre artistas internacionales y el patrimonio cultural de México.
Así, la visita de Ozzy Osbourne a la Pirámide de la Luna se integró a los momentos destacados de su recorrido por México. En medio de su gira musical, el artista dedicó tiempo a conocer parte de la historia del lugar que lo recibía, sumando así una experiencia más a su trayectoria internacional.