El nombre ‘Chespirito’ es sinónimo de risas, creatividad y personajes inolvidables como ‘El Chavo del 8’ y ‘El Chapulín Colorado’. Pero pocos saben que este apodo nació de una comparación con el más grande dramaturgo de la historia: William Shakespeare. La historia detrás del mote artístico de Roberto Gómez Bolaños es un tributo a su ingenio literario y su baja estatura, una anécdota que marcó su carrera para siempre.
¿Quién le puso el apodo ‘Chespirito’ a Roberto Gómez Bolaños?
A mediados de los años 50, Roberto Gómez Bolaños comenzó su carrera como guionista en el cine mexicano. Uno de sus primeros trabajos fue en la película ‘Los Legionarios’ (1958), donde colaboró con el director Agustín P. Delgado. Impresionado por la calidad de sus guiones, Delgado exclamó:
"¡Por Dios, eres un Shakespeare!... Bueno, un Shakespearito”…
Te podría interesar
La comparación no era casual: Gómez Bolaños demostraba una habilidad excepcional para crear diálogos ingeniosos y tramas memorables, similares a las del bardo inglés.
De ‘Shakespearito’ a ‘Chespirito’
El apodo evolucionó gracias a la creatividad del propio Roberto. Al castellanizar el término, combinó:
Te podría interesar
- "Che" (por la pronunciación en español de Shake-).
- "Spirito" (diminutivo afectivo y referencia a su estatura de 1.60 m).
En sus propias palabras:
"Me lo puso entre un director y un productor de cine... Me dijeron que yo era un Shakespeare pequeño, pero yo lo castellanice más y así quedó el nombre".
El legado de un nombre: De guionista a leyenda
Antes de ser el rostro de la comedia latinoamericana, Gómez Bolaños se consolidó como escritor. Su talento lo llevó a programas como ‘Cómicos y canciones’ y ‘Los Supergenios de la Mesa Cuadrada’, donde perfeccionó su estilo.
El apodo ‘Chespirito’ no solo honraba su habilidad literaria, sino que también se convirtió en su sello personal. El Shakespeare de México, ¿conocías quién apodó a Roberto Gómez Bolaños?