El albergue infantil Semjase, fundado por Juan Gabriel en Ciudad Juárez, Chihuahua, fue uno de los proyectos más personales y solidarios del cantautor mexicano. Inaugurado en 1987, el centro ofreció por casi tres décadas refugio, educación y formación musical a niños de bajos recursos, reflejando el deseo del artista de retribuir a la ciudad que lo vio crecer.
Albergue de Juan Gabriel, un refugio de sueños que no logró sobrevivir
En 2015 el albergue cerró sus puertas de manera definitiva. De acuerdo con reportes locales, el cierre se debió a una combinación de problemas económicos y presunto mal manejo administrativo.
Juan Gabriel, quien destinaba alrededor de 25 mil dólares mensuales para su sostenimiento, habría suspendido el apoyo tras detectar irregularidades en la gestión de los recursos, lo que dejó a la institución sin los medios necesarios para continuar operando.
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Tras el retiro del financiamiento, Semjase acumuló deudas importantes por servicios básicos, entre ellas una de más de 120 mil pesos por el suministro de agua. El cierre obligó al traslado de los cerca de 25 niños que vivían en el albergue.
Algunos fueron enviados a otros refugios como la Casa de Esperanza, mientras que la mayoría regresó con familiares, perdiendo así el acceso a la formación artística y educativa que el lugar ofrecía.
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El origen de Semjase está profundamente ligado a la infancia de Alberto Aguilera Valadez, nombre real del artista.
Legado de Juan Gabriel permanece en el recuerdo de Juárez
Juan Gabriel nació en Parácuaro, Michoacán, y fue llevado a Ciudad Juárez cuando tenía apenas tres meses. Debido a las dificultades económicas de su madre, pasó gran parte de su niñez en la Escuela de Mejoramiento Social para Menores, una experiencia que lo marcó profundamente y lo inspiró años después a crear un espacio, donde otros niños no sufrieran el abandono que él vivió.
Exalumnos del albergue recuerdan Semjase como un sitio de oportunidades, donde 'vivían como príncipes' y aprendían música gracias al impulso del Divo de Juárez. Aunque antes de su muerte en 2016 el artista manifestó su intención de reabrir el proyecto bajo un nuevo esquema, su fallecimiento impidió concretarlo.
Hoy, el edificio del albergue Semjase permanece cerrado y en abandono, con ventanas rotas y maleza crecida, como un testimonio silencioso del compromiso social y el legado humano, que acompañaron la carrera musical de Juan Gabriel.
