La victoria de Fátima Bosch en Miss Universo 2025 no solo marcó un triunfo histórico para México, sino que volvió a encender el debate sobre el trato que recibió durante el concurso, especialmente luego del momento en que exigió respeto al empresario tailandés Nawat Itsaragrisil, quien días después reaccionó con mensajes ambiguos ante su coronación.
Una coronación histórica para México
A sus 25 años, Fátima Bosch se convirtió en la cuarta mexicana en obtener el título de Miss Universo. La gala final se celebró en Bangkok, Tailandia, donde la mexicana se impuso frente a Veena Praveenar, representante del país anfitrión, quien quedó en segundo lugar, y la venezolana Stephany Abasaly, que obtuvo el tercer puesto.
En esta edición participaron mujeres de 120 países, incluidas nueve madres, una sobreviviente de genocidio, una mujer transgénero y, por primera vez en la historia del certamen, una representante de Palestina. La mexicana sucedió así a la danesa Victoria Kjaer.
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La reacción de Nawat: mensajes ambiguos en redes
El vicepresidente de Miss Universo y organizador del certamen en Bangkok, Nawat Itsaragrisil, reaccionó a la victoria de Bosch con publicaciones que rápidamente llamaron la atención. En sus historias de Instagram escribió frases enigmáticas como: “Diez millones de palabras no se pueden decir” y “He hecho lo mejor que pude al máximo”, comentarios que seguidores interpretaron como una respuesta indirecta a la polémica que él mismo generó días antes.
Previo a la final, Nawat había mostrado abiertamente su favoritismo por Miss Tailandia, compartiendo múltiples historias apoyando a Veena Praveenar. Esto reavivó las críticas luego de que, durante una transmisión en vivo, mandara callar a Bosch, provocando una ola de indignación que incluso alcanzó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
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Un certamen envuelto en polémica
La edición de Miss Universo 2025 estuvo marcada por tensiones internas. La disputa entre la Organización Miss Universo (MUO) y Miss Grand International (MGI), dirigida por Nawat, escaló al punto de amenazas legales. Además, dos miembros del jurado renunciaron en medio de denuncias de supuesto fraude y corrupción.
Aun así, el concurso reforzó su línea de inclusión: presencia de concursantes madres, una participante transgénero —la vietnamita Nguyen Huong Giang—, y mujeres con historias de resiliencia como la ruandesa Solange Tuyishime, sobreviviente de genocidio.
En cada ronda, Fátima Bosch destacó por su mensaje de servicio y empoderamiento femenino, asegurando que usará su plataforma para inspirar a otras mujeres a ser valientes, marcar diferencia y defender su voz, exactamente como lo hizo en la pasarela.
Con información de EFE.
