ARQUITECTURA

Este importante Palacio de México se está hundiendo, ¿sabes cuál es?

Este lugar es reconocido por su belleza y esplendor arquitéctonico, siendo uno de los más visitados de la Ciudad de México.

Este bello lugar se hunde cada año.
Este bello lugar se hunde cada año.Créditos: Cuartoscuro y Canva
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¿Sabías que uno de los íconos más emblemáticos de la Ciudad de México se está hundiendo lentamente? Así es, el Palacio de Bellas Artes, joya arquitectónica y corazón cultural, guarda un secreto que podría sorprenderte.

Inaugurado en 1934, el Palacio de Bellas Artes es uno de los tesoros arquitectónicos más preciados de México. Con su imponente fachada de mármol blanco y sus majestuosas cúpulas doradas, ha sido testigo de algunos de los eventos artísticos y culturales más importantes del país. 

Este recinto es un símbolo nacional, un lugar donde convergen el arte, la historia y el orgullo mexicano.

Bellas Artes, concebido como un símbolo de la identidad mexicana, fue un proyecto ambicioso que comenzó a principios del siglo XX. Sin embargo, desde sus inicios, enfrentó un desafío colosal: el hundimiento del suelo de la Ciudad de México.

Y es que, inicialmente, se contemplaba renovar el antiguo Teatro Nacional, edificado por el expresidente Antonio López de Santa Anna. No obstante, debido al deterioro del teatro, se optó por construir uno nuevo.

El Palacio de Bellas Artes, ¿se hunde?

La Ciudad de México se asienta sobre un antiguo lago, lo que hace que su suelo sea sumamente inestable. La extracción excesiva de agua subterránea a lo largo de los años ha provocado que el suelo se compacte y se hunda, arrastrando consigo a las construcciones sobre él.

A esto se suma la majestuosa, pero pesada fachada del Palacio, que está hecha 100% de mármol.

Fue en 1907 que comenzaron a observarse los primeros signos de que el edificio se estaba hundiendo. Inicialmente, se inclinó hacia el suroeste y luego cambió su inclinación hacia el noroeste, una dirección que ha mantenido desde entonces.

Para 1910, la edificación de los muros y la instalación de la maquinaria del escenario principal añadieron más peso al edificio. En 1911, movimientos sísmicos intensificaron el hundimiento de nuevo y, para 1921, alcanzó su punto máximo con una profundidad de 1.80 metros.

En teoría se cree que el Palacio se hunde aproximadamente 1 centímetro al año.

A pesar de este desafío, los expertos trabajan incansablemente para encontrar soluciones que permitan preservar este tesoro arquitectónico, así como sistemas de monitoreo y refuerzo estructural para garantizar su estabilidad a largo plazo.

El Palacio de Bellas Artes se hunde, pero su legado se mantiene en pie. Aun con el paso del tiempo, sigue siendo el hogar de la cultura mexicana y un recordatorio de que, en México, hasta las estructuras más fuertes aprenden a adaptarse y resistir.