Consolidó una larga trayectoria en más de 100 obras de teatro, 50 películas y en el ambiente de la política al llegar a ocupar el cargo de diputado.
Ignacio López Tarso falleció este 11 de marzo a los 98 años, luego de estar en terapia intermedia por una neumonía y problemas de obstrucción intestinal.
Reconocido por ser de los actores más longevos de México, pues desde que inició su carrera estando en sus veintes, continuó trabajando ininterrumpidamente las siguientes siete décadas.
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El oriundo de la capital del país demostró su expansión tanto en el séptimo arte como en el teatro.
El actor de casi un siglo
Su partida cierra un ciclo importante en el cine, el teatro y las telenovelas de nuestro país, pues también formó parte de la Época de Oro del cine mexicano, haciendo una buena mancuerna con Luis Buñuel cuando se estrenó “Nazarín” en 1958.
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Fue acreedor en dos ocasiones al Premio Golden Gate como mejor actor; la primera por su trabajo en “El hombre de papel” (1963) de Ismael Rodríguez.
La segunda fue por la tan reconocida cinta de Macario (1960) de Roberto Gavaldón, la cual fue nominada al Premio Internacional Samuel Goldwyn y al Premio Óscar a la Mejor Película Extranjera.
La lucidez de López Tarso
El nacido en 1925 inició su carrera de actor en la Compañía de Teatro Estudiantil Autónomo; llegó a ocupar cargos importantes en la Asociación Nacional de Actores (ANDA), y posteriormente, fue diputado en el Congreso de la Unión.
En la pantalla chica se dio a conocer por su aparición en telenovelas como: “Mañana es para siempre”; “La Fuerza del Destino”; “De pocas pulgas”, “La que no podía amar”, “Corazón Indomable”, entre otras más.
Su nombre real era Ignacio López López, pero artísticamente se le conoció como Ignacio López Tarso, a quien siempre se le recordará como el actor más longevo de México, al que la muerte la tuvo en sala de espera por bastante tiempo.