Saul Hudson, mejor conocido como Slash, es un guitarrista y compositor inglés, reconocido por formar parte de la agrupación Guns N’ Roses
La historia de este icónico músico está compuesta por grandes éxitos, pero también por indiscutibles adicciones a las drogas, que lo llegaron a dejar sin pulso.
Slash, nació en Stoke-on-Trent, Reino Unido, un día como hoy del año 1965; su incursión en la música comenzó cuando su abuela le regaló su primera guitarra, a los 14 años.
Te podría interesar
A partir de ese momento, su vida iba a estar más enfocada en aprender a tocar este instrumento, por lo que descuidó la escuela, y decidió abandonarla a los 17 años.
La madre de Slash era diseñadora de modas, mientras que su padre era diseñador gráfico de portadas de álbumes.
Te podría interesar
El impacto de la ciudad Los Ángeles en su carrera
Cuando se mudó desde niño a Los Ángeles, California, su vida cambiaría para siempre; la madre de Slash fue contratada para que diseñara el atuendo de David Bowie a finales de la década de 1970 para The Man Who Fell To Earth; hecho que lo marcó para siempre.
La carrera de Slash tuvo el apoyo y la influencia de su amigo Steven Adler, con quien recorrió distintos lugares para tocar, hasta que conoció a Axel Rose en 1984; un año después, se formaría la legendaria banda de Guns N’ Roses, una fusión entre dos agrupaciones del momento: L.A Guns y Hollywood Rose.
Aquí comenzaría el asenso de su éxito musical, con la formación de su personaje con mítico sobrero de copa y su compañera lírica: una Gibson Les Paul.
Tuvo varias diferencias con Axel Rose, lo que provoco su salida de la banda en 1996, pero antes de su retiro ya había hecho un proyecto alterno.
A pesar de que las personas creían que su carrera iba a decaer después de su salida de Guns N’ Roses, Slash, demostró todo lo contrario. Empezó su carrera en solitario con diversas colaboraciones, donde pudo despuntar favorablemente.
La vez que Slash murió
No es sorpresa que los íconos del rock estuvieran involucrados con las adicciones a las drogas; Slash fue declarado muerto en una ocasión tras consumir “speedball”, una mezcla de cocaína con heroína que le provocó un paro cardiaco.
Cuando fue revivido, Slash asegura que esta es una de las sensaciones más extrañas, por la gran descarga de energía, luces y voces. Por ello, es que lo consideramos el dios de la muerte y portador de los mejores riffs del rock.