Las facetas musicales personales son sumamente interesantes, más si echamos un vistazo a la evolución de distintos géneros que se masificaron impresionantemente; uno de ellos es el emocore, o como normalmente lo identificamos música “emo”.
En este Día Internacional del Emo, queremos ponerte a prueba para saber si realmente fuiste emo, o solo pensaste que lo eras.
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La cultura emo como género musical comenzó en la década de 1980 en Washington, Estados Unidos, de hecho, nació como parte del post-hardcore.
Debido al contenido emocional y expresivo de sus letras, fue definido como emotional hardcore, el cual se terminó abreviando como emo-core y después simplemente emo.
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La banda que dio origen a este género se le atribuye a Rites of Spring con su álbum homónimo estrenado en 1985.
Esto hizo que muchos seguidores de la banda tuvieran la necesidad de diferenciarse de los punks y los seguidores del crunge que también estaban en su punto de mayor popularidad.
Evolución del emo-core
Cabe destacar que en aquella época el resurgimiento de las pandillas y otras tribus urbanas comenzó a masificarse de una forma muy rápida en EU, más con el rezago de la posguerra y la búsqueda de una nueva identidad personal y colectiva.
Ya estando en el siglo XXI las y los jóvenes que forman parte de esta subcultura, persiguen una filosofía basada en los siguientes sentimientos: rabia, dolor, desgano e insatisfacción.
Los emos encuentran en la música esa guía que los ayude a seguir con sus vidas—muchas veces percibidas como tortuosas— aunque la tristeza puede ser dejada de lado cuando se trata de una fiesta en la que se sienten cómodos.
Bandas emos que tal vez escuchaste en algún punto de la vida
Desde lo más comercial hasta lo menos conocido, las siguientes agrupaciones conforman la lista de música emo que en algún punto llegamos a escuchar siendo o no emos.
Aunque los más exquisitos dirán que algunas de estas bandas no forman parte de la cultura emo, la realidad es que la mayoría de las personas los catalogaron así, cumpliendo o no en su totalidad con las características del post-hardcore o emo-core.