En un mundo donde la incertidumbre es una constante, la Condusef observa con preocupación una tendencia generalizada a postergar decisiones cruciales como la contratación de un seguro confiable para nuestra vida, nuestra salud o nuestro patrimonio.
Aunque sabemos que es un acto de responsabilidad que nos brinda tranquilidad, muchos de nosotros lo dejamos "para después", con el riesgo que esto implica. Pero, ¿por qué esta inacción ante algo tan importante? La respuesta, según la Condusef, va más allá de la simple pereza.
La verdadera causa reside en la combinación de la inercia y la procrastinación, dos "enemigos silenciosos" que frenan nuestra capacidad de protegernos.
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La inercia nos impulsa a mantener el statu quo: si no ha ocurrido nada grave, ¿para qué cambiar? Esta falsa sensación de estabilidad nos expone a riesgos innecesarios.
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Actuar a tiempo es importante
La Condusef subraya que, en el ámbito de los seguros, actuar a tiempo es fundamental, ya que cuando ocurre un imprevisto, la ausencia de protección puede tener consecuencias devastadoras.
Por otro lado, la procrastinación, más ligada a nuestras emociones que a la lógica, nos lleva a evitar tareas que percibimos como tediosas o incómodas. Pensar en accidentes, enfermedades o lidiar con términos y condiciones complejos puede resultar abrumador.
Si a esto le sumamos el sesgo de gratificación inmediata, que nos inclina a preferir el alivio momentáneo de posponer una llamada a los beneficios a largo plazo de estar protegidos, tenemos la receta perfecta para la inacción.
La Condusef enfatiza el alto costo de esta indecisión. Cada día sin un seguro de protección es un día de vulnerabilidad.
Datos de la Encuesta Nacional de Salud Financiera 2023 revelan que casi la mitad de las personas priorizan el presente, y solo un 6 por ciento cree que "el futuro se arreglará solo", lo que refleja una peligrosa falta de previsión.
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Para romper este ciclo y asegurar tu tranquilidad, la Condusef te ofrece las siguientes recomendaciones:
Simplifica el primer paso: En lugar de ver la contratación de un seguro como una tarea gigantesca, enfócate en el primer movimiento: contacta a un asesor, solicita cotizaciones o haz una lista de lo que te gustaría proteger.
Recuerda tu motivación: No se trata solo de ti. Piensa en la seguridad de tu familia, tu salud y tu paz mental.
Abandona la búsqueda de la perfección: El miedo a no elegir "el mejor seguro" puede llevar a no elegir ninguno. Es preferible contar con una buena cobertura a seguir esperando el plan "ideal" y permanecer desprotegido.
En resumen, la Condusef te anima a tomar las riendas de tu seguridad financiera. Contratar un seguro confiable no es un lujo, sino una necesidad que te brindará la tranquilidad y el respaldo económico para afrontar lo inesperado. No pospongas más tu protección y la de tus seres queridos; invierte hoy en un seguro que te ampare y garantiza un futuro más seguro.
