En la conmemoración del Día Internacional de los Bancos este 4 de diciembre, la atención se centra en un desafío crítico para el sector financiero: la resiliencia de la banca digital. Cada fallo en una aplicación bancaria —desde un error de autenticación hasta un retraso en una transferencia— tiene un costo oculto que se traduce en pérdida de clientes, ingresos y reputación.
Mientras que los debates técnicos suelen enfocarse en la infraestructura, pocas instituciones logran conectar estos problemas con la experiencia directa del usuario y el impacto final en el negocio.
Ante entornos digitales cada vez más complejos, la anticipación a estas fallas se establece como la principal prioridad estratégica para 2026.
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Un informe de Gartner, empresa especializada en tecnología, confirma esta aceleración, previendo que para el próximo año, el 50 por ciento de las organizaciones que utilizan arquitecturas de datos distribuidas habrán adoptado herramientas de observabilidad, un incremento significativo respecto al 20% registrado en 2024.
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Este cambio obedece a la complejidad de las operaciones modernas, que incluyen múltiples nubes, microservicios y plataformas heredadas que exigen resiliencia y continuidad de servicio. Jessica Gutiérrez, Gerente Comercial de Atentus en México, subraya que la observabilidad es el "seguro" estratégico contra la pérdida de clientes: “Hoy ya no alcanza con reaccionar cuando algo falla.
Las empresas necesitan vivir en un estado de observabilidad total: anticipar, interpretar y resolver antes de que el cliente siquiera note un problema”.
Observabilidad estratégica: El nuevo paradigma bancario
La banca digital en América Latina enfrenta una doble presión: cerrar la brecha digital y gestionar la adopción masiva de servicios financieros online.
La observabilidad se diferencia del monitoreo tradicional porque no solo detecta incidentes, sino que identifica su raíz y permite resolverlos antes de que impacten al cliente final.
Ventajas de la Observabilidad: Implica supervisión inteligente (combinando IA y experiencia humana), alertas validadas con el método Sentinel, e integración total entre performance y experiencia de usuario.
Riesgos Crecientes: Los ciberataques, el lavado de activos a través de fintechs y las vulnerabilidades invisibles requieren la integración de la inteligencia artificial para anticipar patrones de amenaza y responder en tiempo real.
Gutiérrez enfatiza que el valor de la observabilidad reside en la capacidad de transformar datos complejos en decisiones operativas que elevan la disponibilidad, eficiencia y experiencia del cliente.
La banca digital hoy exige combinar innovación con confianza inquebrantable. La observabilidad total no es solo una herramienta para prevenir fallas; es el motor de una nueva cultura corporativa donde cada dato y cada decisión refuerzan la promesa de continuidad digital.
En un entorno tan crítico como el financiero, la continuidad operativa depende de una observabilidad capaz de detectar, contextualizar y mitigar incidentes antes de que impacten al usuario, garantizando así la confianza total del cliente. “El mundo entero está migrando a esta nueva forma de ver la banca, y México no se queda atrás”, concluye Gutiérrez en el Día Internacional de los Bancos.
