La corrupción se consolidó en esta última parte del año, como una de las mayores preocupaciones para las inversiones, seguida de la inseguridad y la competencia desleal, así como a incertidumbre jurídica y la disponibilidad de financiamiento, de acuerdo al Índice Mexicano de Confianza Económica, reveló Ernesto O´Farril Santoscoy, presidente de la Comisión de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Contadores Públicos.
Ernesto O’Farril indicó que el actuar del gobierno ante la corrupción y la inseguridad, deja mucho que desear y la sociedad está atrapada en dos condiciones que le competen exclusivamente a la autoridad.
“Sí es sorprendente que el gremio de los contadores a nivel nacional, que pone como número uno la cuestión de la corrupción, pero fíjate que no baja mucho, la cuestión de inseguridad no, entonces digamos, ésto te da una claridad de él cómo está percibiendo el país, la situación no. Por un lado tienes inseguridad, la extorsión, no y por otro lado, tienes mayor corrupción, que tiene que ver con la acción de las autoridades, no, del gobierno. Entonces digamos están bajo dos frentes la sociedad mexicana”.
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Indicó que la llegada de la nueva fiscal Ernestina Godoy al frente de la FGR, intenta dar un buen mensaje y eventualmente hasta un cambio en la estrategia que se tenía al respecto.
“Con la llegada de la Fiscal General Ernestina (Godoy) y la acción que ha tenido el señor Harfuch, pues sí se ha generado una gran expectativa, porque si hay un golpe de timón, a la estrategia de seguridad no, en lugares de abrazos, no balazos, pues todos los días hay detenidos en distintas ciudades del país, pero aún cuando hay muchos detenidos, pues lo de criminalidad van bajando muy lentamente... será importante ver que la acción de la Fiscal General, pues realmente sea más contundente, digamos que no se de lo que ha sucedido en el pasado, de que, toman preso a alguien y a la semana, pues salió por falta de pruebas no?”.
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El integrante del IMCP señaló que otros de los índices que preocupan al gremio de los contadores son la burocracia, los salarios altos, falta de personal calificado, así como las políticas públicas, contracción del mercado interno, y altas tasas impositivas entre otros.