El extitular del Coneval, Gonzalo Hernández Licona afirmó que el aumento al salario mínimo ha sido un motor importante para la reducción de la pobreza, sin embargo, advirtió que es necesario trabajar en la productividad y en el crecimiento económico del país.
En conferencia de prensa, donde se anunció el lanzamiento del Observatorio Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) que encabezará Hernández Licona, el exsecretario ejecutivo del Coneval reconoció que la pobreza en México se redujo, pero aclaró que fue resultado del impulso en el mercado laboral.
Sostuvo que los programas sociales también tuvieron un impacto, sin embargo, no fueron determinantes, por lo que es necesario focalizarlos a los más pobres, una tarea que sigue pendiente en el actual sexenio.
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Añadió que las transferencias que lleva a cabo el gobierno de México a través de los programas sociales funcionan, aunque es necesario mejorar los servicios como la educación y la salud, de lo contrario, resultan insuficientes y la reducción de la pobreza sólo será “un asunto pasajero”.
“Si yo te doy una beca para que vayas a la escuela y la preparatoria te queda a dos días de camino esa beca no es suficiente para que tu vayas a la prepa, dos, si cuando llegas a la prepa los maestros no están o no hay pizarrones, o no se aprende bien, la calidad no está”, advirtió.
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Origen es destino en México
El Centro de Estudios Espinosa Iglesias presentó el estudio Movilidad Social en México 2025, en el cual concluye que “origen es destino”.
Roberto Vélez Grajales, director ejecutivo del CEEY, fue el encargado de presentar los principales hallazgos sobre este análisis donde destaca lo siguiente:
- La mitad de las personas que nacen en el grupo más bajo de recursos económicos no lo superan.
- 3 de cada 4 personas que nacieron en el grupo más bajo de recursos económicos hoy se encuentran en situación de pobreza por ingresos.
- El 75% de quienes tienen padres con primaria o menos no alcanzan el promedio nacional de escolaridad.
En contraste, para la población cuyos padres tienen estudios profesionales, la probabilidad de alcanzar ese nivel es de 63 de cada 100 (63%).
Asimismo, el 75% de la población nacida en condiciones de desventaja educativa como máximo llega al promedio de escolaridad del país.
Otro de los hallazgos es que la movilidad social es significativamente peor para las mujeres que para los hombres.
El porcentaje de pobreza de hombres no indígenas urbanos es de aproximadamente 25%, mientras que el porcentaje de pobreza de mujeres indígenas rurales es del 75%.
Los hallazgos indican que México sufre de una "trampa de origen" donde los recursos económicos y educativos de la familia de nacimiento, junto con el género y la ubicación geográfica, determinan en gran medida el destino de las personas, limitando la capacidad del esfuerzo individual para superar la pobreza.
