Cada año, cuando se acerca el Día de Muertos, las panaderías comienzan a llenar sus vitrinas con uno de los dulces más tradicionales de México: el pan de muerto. Este manjar se disfruta tanto en los altares como en la mesa familiar, y su consumo inicia varias semanas antes del 1 y 2 de noviembre, extendiéndose algunos días más después de la festividad.
El aroma del pan recién horneado y su característico sabor hacen que comprarlo se vuelva una pequeña tradición que muchas personas esperan con emoción. Además, la variedad de tamaños, rellenos y presentaciones ha crecido con los años, lo que también influye en el precio que se paga por un kilo de este delicioso pan.
¿Cuánto cuesta un kilo de pan de muerto este año?
El pan de muerto se ha convertido en una tradición que mueve millones de pesos cada año. Según Julián Castañón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México, las ventas en todo el país superan los mil millones, un ligero aumento frente al año pasado.
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Aunque la tradición sigue fuerte, los consumidores ahora buscan algo diferente. Los rellenos y sabores innovadores, como crema de avellanas, queso con zarzamora o nata, han ganado popularidad y atraen a quienes quieren probar una versión más moderna del clásico pan. Esto también influye en el precio final, ya que los ingredientes especiales suelen encarecer un poco el producto.
Aun así, para quienes buscan el pan de muerto tradicional, el precio se mantiene accesible. Un kilo de este dulce típico puede costar alrededor de 220 pesos, aunque dependerá de la panadería y de los ingredientes o rellenos que se elijan.
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La tradición del pan de muerto sigue más fuerte que nunca
Aunque los ingredientes han subido de precio y eso afecta a los panaderos, Julián Castañón destaca que la tradición del pan de muerto sigue más viva que nunca. Hoy esta costumbre es más grande y popular que hace 25 años, y a pesar de influencias extranjeras, nunca se perdió, manteniendo su lugar en la cultura mexicana.
El pan de muerto también tiene un impacto importante en la economía y el empleo. Más de cuatro millones de personas en todo el país dependen de esta industria, considerando a quienes trabajan en las panaderías, los proveedores de insumos y todos los que hacen posible que cada horno y cada negocio funcione sin problema.
La diversidad del pan dulce en México es otra muestra de su riqueza cultural. Con más de 2,400 variedades diferentes, cada panadería le da su toque especial, ofreciendo desde los clásicos hasta versiones rellenas y creativas que hacen que cada visita sea una experiencia única para los amantes del dulce.
