El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha adoptado una postura de transparencia proactiva al hacer públicos los criterios bajo los cuales programa sus auditorías a los contribuyentes.
Esta medida busca establecer un "piso parejo" en el cobro de contribuciones, brindar certidumbre jurídica a los contribuyentes y, fundamentalmente, combatir la evasión y elusión fiscal con un enfoque riguroso y apegado a la ley.
El objetivo del SAT es claro: focalizar sus recursos en aquellos contribuyentes que demuestran conductas de alto riesgo.
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¿Quién está en la mira del SAT para que haga auditorías?
El SAT aclara que solo audita a los contribuyentes que presentan indicadores específicos de alto riesgo fiscal. Estos indicadores sugieren la intención de dejar de pagar impuestos, no enterar retenciones o buscar saldos a favor de manera indebida.
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Los principales supuestos de riesgo que activan la programación de las SAT Auditorías son:
Operaciones con Empresas Factureras: Aquellos que celebran operaciones con compañías identificadas como "factureras" o "nomineras" (empresas que simulan operaciones).
Pérdidas y Deducciones: Contribuyentes que presentan pérdidas fiscales recurrentes o que simulan y abusan de las deducciones permitidas.
Inconsistencias de Ingresos: Obtención de ingresos que no son declarados o que presentan inconsistencias entre lo que se compra/importa y lo que se vende.
Comercio Exterior Irregular: Importación de productos con precios notoriamente por debajo del mercado o el incumplimiento de regulaciones y restricciones no arancelarias.
Retenciones Omitidas: La falta de pago o entero de las retenciones correspondientes a los impuestos de sus empleados.
Fiscalidad Internacional: Realización de operaciones con paraísos fiscales o la solicitud de devoluciones que resultan improcedentes.
Tasa Efectiva Baja: Pago de impuestos en una tasa efectiva significativamente menor en comparación con el promedio de su sector económico.
Criterios de selección: El número de auditorías del SAT para 2026
A partir de la identificación de estas conductas de alto riesgo, el SAT prioriza el inicio de auditorías a los contribuyentes que obtienen las calificaciones de riesgo más altas.
Para el ejercicio fiscal 2026, el SAT ha proyectado el siguiente número de auditorías por segmento de contribuyente auditable.
El organismo ha detallado su plan de fiscalización para 2026, proyectando un total de 16 mil 200 auditorías de un padrón general de más de 66.8 millones de contribuyentes.
Aunque el porcentaje total a auditar es bajo (0.02 por ciento), el enfoque es selectivo y riguroso, especialmente en segmentos de alto riesgo: de los Grandes Contribuyentes (que suman 15 mil 873), se auditará al 6.3 por ciento (un promedio de mil 200 casos).
Por su parte, del universo de Pequeños y Medianos (casi 66.8 millones), se planean 12 mil auditorías (0.02 por ciento), mientras que en el sector de Comercio Exterior (116 mil 467 contribuyentes), la autoridad fiscal concentrará el 2.5 por ciento de su atención, lo que se traduce en aproximadamente 3 mil revisiones anuales.
El SAT reitera que su compromiso es utilizar mecanismos de auditoría rigurosos y en estricto apego a la ley para combatir la elusión fiscal. La publicación de estos criterios para las auditorías busca reforzar la certidumbre entre los contribuyentes cumplidos y consolidar un sistema tributario que sea justo y equitativo para el bienestar económico de México.