El precio del oro ha capturado la atención de los mercados financieros globales esta semana, al superar por primera vez el umbral de los 4 mil dólares por onza troy, registrando un impresionante aumento del 49 por ciento en lo que va del 2025. Este crecimiento, que excede las subidas observadas durante la pandemia y la crisis financiera de 2008, no es un fenómeno aislado; es el reflejo directo de la profunda inquietud económica y la tensión geopolítica que domina el panorama mundial.
Comprender qué fuerzas impulsan este ascenso es crucial para anticipar la dirección futura del mercado.
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Inquietud geopolítica y desconfianza en el dólar, los motores del aumento
Históricamente, el oro actúa como un activo refugio seguro, experimentando una revalorización significativa en tiempos de crisis. La magnitud de la subida actual se remonta a niveles no vistos desde la crisis inflacionaria de 1979, y está directamente impulsada por varios factores:
Políticas económicas inestables: La preocupación por políticas económicas disruptivas, como la imposición de aranceles (que recuerdan a la década de 1930) y los esfuerzos por socavar la independencia de la Reserva Federal (Fed), han minado la confianza general en la estabilidad económica global.
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El dólar bajo presión: Estas políticas están generando temores sobre la solidez del dólar estadounidense como principal moneda de reserva mundial. Como respuesta, los bancos centrales de naciones con desacuerdos políticos con EE. UU. están sustituyendo activamente el dólar por oro en sus reservas. El Consejo Mundial del Oro reportó que los bancos centrales compraron 415 toneladas solo en el primer semestre, y se espera que estas compras mantengan los precios al alza en 2026.
Flujo masivo de inversores occidentales: La incertidumbre ha provocado que inversores occidentales inviertan miles de millones en fondos cotizados en bolsa (ETF) vinculados al oro físico. Solo en septiembre, estos fondos registraron una entrada de $33,000 millones de dólares, la mayor entrada mensual documentada, lo que demuestra la necesidad global de diversificar y buscar activos tangibles.
Perspectiva a futuro: ¿Continuará la tendencia alcista del oro?
La mayoría de los analistas coinciden en que la probabilidad de que el precio del oro siga aumentando es alta, dado que la incertidumbre económica y las tensiones geopolíticas no muestran signos de mitigación inmediata.
Si bien los periodos de subida han sido seguidos históricamente por largos descensos, la actual necesidad mundial de un activo refugio sólido es el factor más dominante.
Analistas de Goldman Sachs, por ejemplo, pronostican que los precios podrían alcanzar los 4 mil 900 dólares por onza troy en diciembre de 2026.
Esta previsión se basa en dos expectativas clave: un probable recorte de los tipos de interés de la Fed en un punto porcentual completo a mediados de 2026, y un aumento continuado en las tenencias de ETF en Occidente. Solo un cambio significativo en el liderazgo mundial que impulse un fuerte crecimiento económico, un dólar robusto y tipos de interés más altos podría revertir esta tendencia.
Mientras prevalezca la tensión geopolítica y la desconfianza en la estabilidad monetaria, el precio del oro continuará al alza, consolidándose como el activo preferido para proteger el valor de las reservas y las carteras de inversión. Ahora ya sabes por qué sube.
