La cuesta de enero será “difícil” en este 2025 y se podría extender hasta febrero o marzo, por la “cascada de incrementos en los precios tanto de la canasta básica como (artículos) de alto consumo popular” estimó Gerardo Cleto López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar (ConComercioPequeño SC.), al señalar que las tiendas de abarrotes serán “uno de los giros más afectados por los incrementos anunciados desde finales de diciembre y que entraron en vigor a partir del pasado 1 de enero”.
“Muchos de los productos que vendemos en las misceláneas como son refrescos y bebidas saborizadas, galletas y pan, dulces y chocolates, cigarrillos, café o cervezas, son los que registran incremento en sus precios ya sea por las alzas en los costos de producción o los impuestos aplicados por la Secretaría de Hacienda a partir de este mes".
Los abarroteros, dijo, no tienen otra alternativa más que poner los precios al público que nos sugieren los proveedores, aunque esto nos ponga en desventaja frente a las cadenas de tiendas de autoservicio que manejan “ofertas” o estrategias de venta con las que el comercio popular no puede competir.
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Por ejemplo, un consumidor que en la zona metropolitana de la ciudad de México pagaba 135 pesos por un refresco de 600 mililitros, un paquete de galletas, una cajetilla de cigarros y un encendedor, a partir del primero de enero pagará más de 150 pesos, lo que representa un incremento superior al 11 por ciento, advirtió López Becerra.
El mismo fenómeno de alzas también se registra en productos de la canasta básica según lo comentó Alberto Vargas Lucio presidente del Movimiento Nacional del Comercio Social AC., (MONACOSO) que agrupa a locatarios de mercados públicos: “desde mediados de diciembre comenzaron a registrarse aumentos en el precio al público en alimentos como la carne, lácteos o verduras".
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“Ahora el kilo de huevo pasó de 44 pesos a más de 50 pesos, el kilo de pechuga de pollo está por arriba de los 120 pesos y la carne de puerco en pierna o costilla en 130 pesos el kilo. Ya no se diga de los cortes finos de res que se comercializan en más de 250 pesos. Las amas de casa que podían hacer sus compras del día en un mercado popular con 250 pesos para un consumo de 4 personas ahora requieren más de 300 pesos, lo que representa un incremento aproximado del 20 por ciento en los costos".
Los aumentos en los precios que se están registrando desde diciembre y los primeros días de enero pone en desventaja a los locatarios de los mercados públicos frente a la competencia desleal de las cadenas de tiendas de autoservico que ahora han incrementado su presencia en zonas populares a través de las famosas “bodeguitas”, dijo Vargas Lucio.
Para Gerardo López, además del incremento en los precios de los productos, los comerciantes y empresarios que alquilan local, oficina o accesoria deberán negociar para este año nuevos contratos para el pago de la renta con aumentos que van entre el 8 y hasta el 15 por ciento.
No se debe olvidar que también a partir de enero entra en vigor el pago del aumento del 12 por ciento al salario mínimo -por lo que pasará de 248 pesos a 278 pesos diarios en la zona centro del país-, así como alrededor del 5 por ciento a los salarios contractuales, lo cual es una obligación que deberá calcular el empresario entre sus responsabilidades.
Otro factor importante que incide en el precio final de los productos para este año es el incremento en el costo de los combustibles, entre los que destaca la gasolina y diésel, que son necesarios para transportar mercancías y pasajeros. El Impuesto Especial que se mantuvo durante la pandemia, comenzó a escalar después de las elecciones del 2024. En un año, el costo promedio de la gasolina en la zona metropolitana pasó de los 22 a los 24 pesos por litro, lo cual genera presiones para el alza de los productos.
En el caso de la Ciudad de México, otro elemento negativo que se suma al costo de las empresas y comercios formales es el aumento que el gobierno de la ciudad logró en el impuesto sobre la nómina que pasó del 3 por ciento al 4 por ciento en términos generales. Este incremento no fue bien visto por las empresas y comercios que tienen esta contribución al considerar que es otra carga más que se acumula al conjunto de incrementos de inicios de año.
El efecto negativo para los negocios establecidos –como lo que le sucede a las misceláneas-, es el impacto en las ventas, cuando los clientes del comercio en pequeño cambian sus hábitos de consumo y migran hacia productos más baratos o busca las aparentes “ofertas” de las tiendas de autoservicio o los tianguis y la informalidad finalizó Gerardo López.