En el mundo financiero sorprendió la repentina bancarrota de uno de los bancos símbolo de las nuevas empresas, el Silicon Valley Bank, en especial porque tras la grave crisis de 2008, el fantasma de un nuevo colapso financiero encendió las alarmas. Aquí algunas claves para entender el problema.
Si bien el presidente de EU, Joe Biden salió de inmediato a tratar de calmar a los mercado con el anuncio de que todas las cuentas del banco estaban protegidas, los temores por la salud financiera de la banca estadounidense mantiene en la incertidumbre al mundo financiero.
Claves para entender el colapso del SVB
Tras su fundación en 1983, el Silicon Valley Bank se convirtió en la favorita del pujante sector tecnológico estadounidense y se especializó en atender a empresas emergentes y a las firmas de capital de riesgo que las financian.
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Durante la pandemia, el banco multiplicó su negocio y sus activos se triplicaron entre finales de 2019 y mediados de 2022 gracias a todo el dinero que las boyantes empresas tecnológicas depositaban en sus cuentas.
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Eso lo llevó a ser el decimosexto mayor banco comercial de EU con unos 175 mil millones de dólares en depósitos, pero con la particularidad de servir principalmente a empresas y ejecutivos del sector tecnológico.
Se calcula que alrededor del 97 por ciento de esos depósitos superaban los 250 mil dólares cubiertos por el fondo de garantía estadounidense.
El alza en las tasas, el origen del problema
Varios fueron los factores que influyeron en el colapso de SVB, uno de ellos, y quizá el más importante, fue el alza de las tasas de interés en EU por parte de la Reserva Federal, como medida para frenar el alza de la inflación.
El banco invirtió en los últimos años miles de millones de dólares en bonos a largo plazo aprovechando los bajos precios del dinero, estas inversiones, consideradas como algo muy seguro porque están respaldadas por el gobierno, se complicaron con la subida de los tasas de interés, lo que hizo caer el precio de esos productos de deuda pública.
Así, el banco tuvo que vender la semana pasada una importante cantidad de bonos con pérdidas para poder obtener liquidez con la que atender las retiradas de dinero de sus clientes, en su mayoría empresas tecnológicas que registraron caídas de sus ingresos o empresas emergentes a las que se había cortado el financiamiento y que ahora tenían que tirar del efectivo que habían acumulado durante los años de pandemia.
El pánico y el colapso
Ese movimiento hecho por SVB no fue bien recibido por los inversionistas, quienes asustados corrieron a retirar su dinero, pero en especial el llamado del magnate Peter Thiel, reconocido por manejar una gran empresa de capital de riesgo, a retirar sus fondos del banco, terminó por llenar de miedo a los inversores.
La cosa se complicó ya que se trata de un banco con una base de clientes poco diversificada e interconectada entre si, lo que propició una huida masiva de inversores y la intervención del banco por parte de las autoridades reguladoras de EU.
El pánico también afectó a Signature Bank, con sede en Nueva York y que en los últimos años había hecho una importante apuesta por el sector de las criptomonedas.
¿Un nuevo 2008?
Tras la caída de Silicon Valley Bank, se viene a la memora el colapso de Bear Stearns y Lehman Brothers, que dio pie a la crisis financiera de 2008 y a la Gran Recesión que marcó la economía mundial durante los años siguientes.
La Casa Blanca salió al quite y de inmediato anunció que se darían todos los apoyos necesarios para evitar una crisis sistémica que llevara a otro colapso financiero.
'Esto no es 2008', dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, tratando de tranquilizar a ciudadanos y mercados.
Mientras tanto, las autoridades financieras del mundo están atentas a la evolución del sistema bancario estadounidense para tratar de evitar una nueva quiebra bancaria, ahora ya sabes algunas claves para entender el problema financiero generado por el colapso del Silicon Valley Bank.