El duelo Independiente vs U de Chile, correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana, terminó convertido en uno de los episodios más lamentables en la historia reciente del futbol sudamericano.
Un partido interrumpido por la violencia
El encuentro, disputado en Avellaneda, fue suspendido en el minuto 48 por el árbitro uruguayo Gustavo Tejera tras registrarse graves incidentes en las tribunas del Estadio Libertadores de América.
De acuerdo con la información oficial, los disturbios dejaron al menos 22 heridos, varios de ellos en estado crítico, y más de 100 detenidos, la mayoría de nacionalidad chilena. La Conmebol determinó la cancelación del partido al considerar que no existían garantías mínimas de seguridad.
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Foto: EFE
Conmebol promete sanciones ejemplares
A través de un comunicado, la Confederación Sudamericana de Fútbol condenó “enérgicamente” lo ocurrido y aseguró que actuará “con la mayor firmeza” de acuerdo con el reglamento disciplinario. La institución recabará todos los antecedentes para aplicar las sanciones correspondientes y determinar qué sucederá con la llave, que en la ida había favorecido a los chilenos con un 1-0 en Santiago.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, también se pronunció y calificó la violencia como “inaceptable”, exigiendo sanciones ejemplares contra los responsables.
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Foto: EFE
Reacciones desde Chile y Argentina
En Chile, la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) acusó “pasividad” de Independiente y responsabilizó al club argentino de no garantizar seguridad a los aficionados visitantes. El presidente de la Universidad de Chile, Michael Clark, denunció que incluso el traslado del plantel al aeropuerto careció de custodia policial, calificando la situación como una “deshumanización total”.
Por su parte, el Gobierno argentino, encabezado por Javier Milei, apuntó contra las autoridades de la provincia de Buenos Aires, acusándolas de no haber actuado con firmeza para contener los disturbios.
Foto: EFE
Balance de heridos y detenidos
El parte más reciente indica que hay 22 personas lesionadas, dos de ellas en estado grave. Uno de los aficionados chilenos permanece hospitalizado tras caer desde la tribuna alta al intentar escapar de la agresión. En tanto, la policía reportó 111 detenidos, la mayoría por resistencia a la autoridad y daños.
La serie, que estaba favorable a los azules con un 2-1 en el global, ahora queda en manos de la Conmebol, que deberá resolver el desenlace deportivo y aplicar sanciones tras los violentos hechos que marcaron el Independiente vs U de Chile.
Con información de EFE.
